La exposición del artista casi duplica el récord de visitantes de Belas Artes
17 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Fue siempre un artista que rompió moldes y ha vuelto a hacerlo. Pablo Ruiz Picasso regresó, 120 años después, a la ciudad en la que había hecho su primera exposición como pintor. Esa etapa del joven artista, que parecía dormida, ha despertado con la fuerza de una figura de talla mundial que ha vuelto a marcar un hito en la ciudad. El Museo de Belas Artes tenía hasta ahora su récord de visitantes en las más de 23.000 personas que habían pasado por la exposición Thyssen. La muestra El primer Picasso va camino de duplicar esa cifra y de hecho el pasado martes llegaba ya a los 50.000 visitantes.
Desde el primer momento, la exposición desbordó a los organizadores: esperaban que se inscribieran unos 400 grupos para las visitas guiadas y tuvieron que parar las solicitudes, por falta material de tiempo, cuando se acercaron a los 600 colectivos. Además, también llegaron al máximo los talleres de familia.
En este nuevo récord de visitantes han tenido mucho que ver el personal de la pinacoteca, puesto que desde el pasado 20 de febrero, primer día de la exposición, han abierto de forma especial durante varias jornadas festivas. Ayer mismo hubo un horario especial, con motivo de la noche de los museos, y en lugar del cierre a las 20.00 horas, se amplió hasta la medianoche. Fue precisamente en algunas de estas jornadas festivas, como la del 20 de marzo, Viernes Santo, cuando se produjo el mayor número de visitantes. Fuentes del Museo de Belas Artes destacaron que en dicha jornada festiva el número de personas que pasaron por el mismo fueron 1.340, mientras unos días antes, el 14 de marzo, hubo 1.313 visitantes.
Con todo ello, los organizadores de la exposición consideran que el triángulo vital de Picasso marcado por Málaga, Barcelona y A Coruña ha quedado consolidado. Y no solo por esta exposición, sino también por el catálogo de la misma, un documento a tener en cuenta a partir de ahora por el mundo picassiano, así como por el diccionario Picasso-A Coruña, de Rafael Inglada. Sobre este volumen otra experta en el artista como es Marilyn McCully escribe que con el mismo «ya es posible expandir nuestro propio conocimiento del mundo cultural, político y artístico que el joven Pablo descubrió en A Coruña, de una manera amplia y detallada, como no se había hecho antes» y que, sostiene, «Inglada ofrece una información fascinante sobre la educación del joven Pablo». Y es que Picasso ha marcado un nuevo hito.
La Fundación Jove clausura hoy en el Kiosco Alfonso la muestra vinculada con el artista
No hablaremos de Picasso. Este es el sugerente título de la exposición promovida por la Fundación María José Jove en colaboración y que se clausura hoy. Es una de las muestras que se han celebrado en la ciudad entorno al artista y «presenta el trabajo de diez artistas y su reflexión entorno al óleo de La modèle dans l?atelier, que también se expone». Desde su apertura esta exposición recibió unos seis mil visitantes.
Palexco
Visto por Edward Quinn. El Picasso más íntimo es el que ha mostrado la exposición fotográfica de Palexco con 80 imágenes de Edward Quinn. En ellas se puede ver al pintor tanto con su familia como en su taller tomadas por un autor que a mediados de los años cincuenta, cuando lo conoció, le espetó al pintor algo así como que no le interesaba su arte sino su personalidad.
Afundación
El primer maestro. Entre los maestros que el niño Picasso tuvo durante su estancia en A Coruña estuvo Isidoro Brocos. Afundación acoge una exposición, que podrá verse hasta el día 13 de junio, que profundiza en la relación entre maestro y alumno a partir de una serie de dibujos y estudios de Brocos. La muestra permite ver también cinco originales de Picasso y ya ha sido visitada por casi ocho mil personas.
Museo Militar
El profesor de pintores. Si Brocos tuvo una especial influencia en el pequeño Picasso, otro de sus profesores fue Román Navarro. Con el título de Román Navarro: pintor militar y profesor de pintores, en el Museo Militar se exhiben 25 obras de temática militar de este autor que podrán verse hasta finales de este mes y que ya ha recibido más de siete mil visitantes.
Fundación Luis Seoane
Los carteles picassianos. Otra óptica de la obra picassiana se puede ver en la Fundación Luis Seoane con la exposición Picasso en sus carteles. Son 40 carteles que, según Antón Castro, comisario de la misma, permiten hacer un recorrido por el cartelismo de este artista, en muchos casos auténticos iconos.
Casa Picasso
Cecilia Orueta. Hace un recorrido fotográfico por la ciudad que conoció Picasso. Orueta ha fotografiado otras ciudades vinculadas con el artista como son Málaga o Barcelona.
A la altura de Nueva York o París
Los herederos de Picasso no solo han colaborado en la exposición del Museo de Belas Artes aportando algunos de los 81 originales del pintor, sino que han enviado un equipo para filmar la etapa coruñesa del artista. Este es un hecho poco habitual, puesto que de las numerosas exposiciones protagonizadas por Picasso que se celebran en todo el mundo solo tres o cuatro aparecen cada año en la página web de dicha entidad (www.picasso.fr/es). Los nueve minutos que, en un principio, resumirán la etapa coruñesa del artista, podrán verse en dicha web junto con el vídeo grabado en la reinauguración del Musée Picasso de París y el que se hará el próximo mes de septiembre en la exposición Picasso Sculpture, que reunirá en el MoMa de Nueva York 150 esculturas del artista. Con ello, las imágenes de la exposición de Belas Artes, del instituto Eusebio da Guarda donde estudió el artista, de la Casa Picasso en la calle Payo Gómez o de la torre de Hércules, que el joven artista rebautizó como la torre de caramelo, podrán verse al lado de las de París y Nueva York. Esto explicó Christine Pinault, asistenta personal de Claude Picasso (hijo del artista), que calificó como «excepcional» la exposición de Belas Artes.