Alerta máxima en Acea de Ama por el escape de gas junto al centro de salud

El temporal y las fuertes lluvias ocasionaron ayer un escape de gas propano en Acea de Ama que obligó a desalojar el centro de salud, el hipermercado Eroski, el conservatorio, el registro municipal provisional que está en este último edificio, así como un bloque de 24 viviendas que también linda con el paseo fluvial Enrique Tierno Galván.

La alarma saltó sobre las nueve y media de la mañana, cuando usuarios del centro de salud detectaron un fuerte olor a gas y llamaron a los servicios de emergencia, que enseguida ordenaron el desalojo del ambulatorio. Bomberos de A Coruña, Arteixo y de Betanzos, el servicio municipal de emergencias de Culleredo, Policía Local y Guardia Civil colaboraron en el control de la fuga y en acordonar la zona donde están soterrados los tres tanques de gas propano que dan servicio a casi 665 viviendas de la zona.

Dolores de cabeza y náuseas

Personal del centro de salud explicó que la evacuación se realizó «de forma rápida y tranquila». También indicaron que mucha gente se quejaba de fuertes dolores de cabeza y náuseas por la inhalación del gas propano, pero nadie tuvo que ser atendido por intoxicación. Como consecuencia de esta incidencia se dejaron desatendidas casi 400 citas médicas y las urgencias se tuvieron que derivar al ambulatorio de la Casa del Mar en A Coruña, así como el Materno Infantil y al Chuac. Las urgencias serán atendidas hoy en el consultorio de Tarrío.

También los empleados del Conservatorio fueron desalojados a las once de la mañana: «Había un olor a gas tremendo. Hubo un momento incluso que no se podía respirar y que los pasillos estaban llenos de una especie de niebla», explicaron trabajadores del centro. La dirección decidió suspender las clases de la tarde «por precaución». Además, en vista de que la avería no tenía una solución inmediata, a media mañana se decidió cerrar el hipermercado Eroski situado junto al centro de salud.

Por otro lado, la actividad docente en el CEIP Isaac Díaz Pardo, situado en las inmediaciones del paseo Tierno Galván, se desarrolló durante la mañana con total normalidad. Su director, Julio Labandeira, indicó que debido a la alarma creada muchos padres fueron a recoger a sus hijos antes de tiempo, pero el comedor y las actividades extraescolares se mantuvieron sin problema.

Y los vecinos del número 23 del paseo Tierno Galván tuvieron que aceptar con resignación el desalojo de sus casas. Desde el Concello de Culleredo confirmaron que la medida afectó a 24 viviendas y que las familias podían decidir entre irse a la casa de algún familiar o bien alojarse de forma provisional en el hotel Crunia, en Fonteculler, donde finalmente se quedaron 15 de los afectados.

Técnicos de Gas Natural Galicia confirmaron que la fuga se debió a que la balsa de agua que se creó por las fuertes lluvias hizo que flotara uno de los tanques soterrados y, a su vez, se rompieran las válvulas de salida del gas. Según responsables de la empresa, la situación estaba «controlada» a media tarde de ayer, pero uno de los tanques de GLP se dio la vuelta y técnicos y bomberos todavía estaban valorando la mejor forma para vaciarlo, una vez que se procedió a congelar el gas. Mientras tanto se instaló un tanque de servicio provisional.

Tres tanques con capacidad para 57.000 litros de propano

La solución al problema del escape de gas en Acea de Ama no estuvo exenta de polémica, debido a que las tesis de los servicios de emergencia no coincidían con las de los técnicos de Gas Natural Galicia. Los primeros optaron en todo momento por extraer el gas propano que había en el interior de los tres tanques con una capacidad total de 57.000 litros de gas propano. Si bien, «en el momento de la fuga en el depósito averiado había unos 4.750 litros, y en cada uno de los otros dos se almacenaban unos 9.500 litros», indicaron fuentes de la investigación del siniestro.

Sin embargo, al final se adoptó la decisión de los responsables de los servicios de emergencia, «avalados por los técnicos y responsables del Ayuntamiento de Culleredo», indicaron las mismas fuentes. «Era la mejor opción, sobre todo porque el problema no solamente se centraba en el tanque averiado», contaron las mismas fuentes.

Y es que cuando se estaba trabajando en el depósito que tenía la fuga y que flotaba sobre la balsa de agua formada por la lluvia para desconectar las multiválvulas, «este se giró y el sistema de seguridad sobre el que se pretendía actuar rompió».

Flotando los otros depósitos

Además, en ese preciso momento, «y tras producirse una importante nube de gas que lograron controlar los bomberos de Arteixo, Betanzos y A Coruña», los expertos en seguridad comprobaron «que los otros dos tanques también flotaban sobre la balsa de agua que la lluvia había creado en la cama de los depósitos», señalaron las mismas fuentes.

Los trabajos consistieron entonces, y con mucho cuidado, en mover el tanque averiado, «con el propano ya congelado», para poder retirar la totalidad de los depósitos, aunque el vaciado se pospone a hoy. El suministro se realiza de forma provisional.

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