La vieja factoría será sede judicial en el 2016, después de acabada la reforma
14 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.En la fábrica de tabacos ya no huele a picadura ni hay trasiego de operarios. Eso acabó hace más de una década. Ahora la antigua factoría comienza un nuevo camino, su última metamorfosis, la que la convertirá en un edificio de la Administración de Justicia.
Las obras, adjudicadas a Corsán-Corviam, ya están en marcha y pasan por una primera fase que se extenderá durante uno o dos meses más, los que duren las demoliciones internas necesarias para eliminar los antiguos falsos techos y revestimientos, la tabiquería existente, las instalaciones -o lo que queda de ellas, porque el cableado de cobre desapareció íntegramente durante la última década-, después el edificio empezará a tomar forma y se borrarán las últimas huellas del tabaco.
Por ahora todavía queda algo y se ve en un último paseo por la que fue una de las instalaciones industriales más importantes de las historia moderna de la ciudad. En las últimas semanas desaparecieron baños y taquillas, algunas viejas puertas y hasta los restos de una máquina dedicada a la producción de tabaco mentolado. Todavía queda una grúa para mover material que presumiblemente desaparecerá pronto. En cuestión de semanas todo eso será historia, y entonces comenzará una nueva, la del edificio de Justicia.