El gobierno local pide paciencia a los ciudadanos afectados por la obra de la Marina y el BNG les acusa de improvisar
07 may 2014 . Actualizado a las 22:20 h.Si es usted conductor y los atascos de estos días le parecen insoportables piense que solo son un aperitivo. El plato fuerte llegará en junio, cuando se cierre a la circulación el túnel de María Pita, excepto para llegar al párking desde la plaza de España, y a los conductores solo les queden dos opciones para llegar a María Pita, la Torre o la ciudad Vieja: el paseo marítimo y San Andrés, que está semipeatonalizada en su último tramo.
El gobierno local sabe lo que se avecina hasta que en marzo del año que viene, si se cumplen sus previsiones, abran al tráfico los nuevos túneles que retirarán los coches para siempre de la superficie de la Marina.
«Lo peor está por llegar», admitió el portavoz del gobierno y responsable del área de Seguridad y Movilidad, Julio Flores, que añadió que la «afección por ahora no ha sido muy importante, pero lo será más cuando cierre el túnel (de María Pita)».
Flores pidió a los ciudadanos «paciencia» e insistió en la idea de que los embotellamientos de los próximos meses serán por una buena causa: «Cualquier obra conlleva molestias, y estamos ante una de las mayores obras de transformación de la ciudad. Valdrá la pena», dijo.
El teniente de alcalde explicó las causas de los problemas venideros. Recordó que por Alférez Provisional pasaban 30.000 vehículos al día y que en hora punta la densidad del tráfico era de 47 automóviles por minuto. Todos en dirección a «una península con muy pocas arterias» de conexión, y una de ellas cortada desde el pasado lunes.
El diagnóstico está claro, pero la medicina no tanto. Flores recomendó «paciencia» y se mostró esperanzado de que en los próximos meses los conductores encuentren «alternativas». También destacó que se ha reforzado el servicio de tráfico con doce patrullas de la Policía Local y que las concejalías implicadas en la obra están pendientes en todo momento.
«Planificación trapalleira»
Pero esas medidas no han impresionado a la oposición. El Bloque denunció que los atascos son «importantes e quilométricos», a pesar del «plan de tráfico que supostamente garantiría a circulación» presentado el sábado por el alcalde Carlos Negreira, dos ediles y la responsable en funciones del Puerto.
Pese a tanta autoridad, esas medidas no han logrado evitar a los ciudadanos «moitas dificultades para acceder e saír da cidade», según denunció el Bloque, que acusó de «planificación trapalleira» e «improvisación» al gobierno, además de criticar la falta de una planificación «sólida e alternativa» para el tráfico.
También EU atacó al gobierno local en relación a la Marina y vaticinó que el mantenimiento de los nuevos túneles podría superar los 500.000 euros al año.