Las blogueras coruñesas exponen su visión de la moda

Javier Becerra
Javier Becerra A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

PACO RODRÍGUEZ

Una decena de responsables de bitácoras explican por qué siguen y qué hay tras esa tendencia que ha revolucionado la industria en todo el mundo

01 abr 2014 . Actualizado a las 13:23 h.

Existe un punto de ruptura detrás de la idea de los blogs de moda. «Las revistas no son más que escaparates publicitarios, a veces, muy misóginos», sostiene Carmela Lastres (32 años). Esta profesora de español para extranjeros y pinchadiscos sostiene que «Internet ofrece la posibilidad de ver la versión de la moda de la gente normal». Ella pretende hacerlo desde Qui est in qui est out, una bitácora activa desde abril del 2011. Toma su nombre de un tema de Serge Gainsbourg. En ella muestra a sí misma dentro de un particular cóctel de ropa vintage y actual, combinada a su gusto.

«Me gusta esa estética y la idea de recuperar ropa antigua y reciclarla con un estilo alternativo», expone esta bloguera muy influenciada por la música. «Claro, al pinchar todos los fines de semana, acabo relacionando ambos mundos, igual que el cine, que también me tira mucho», refrenda. Así lleva desde abril del 2011. Todo apunta a que seguirá unos cuantos años más. «Lo tengo como una afición, pero si fuese más allá sería perfecto», comenta.

En los post (entradas del blog) de Carmela se hacen comentarios. Muchos son de otras blogueras que así tejen su particular red. Una de las que genera esta retroalimentación es Patricia G. Lema (28 años). Suyo es Donkeycool, un blog que arrancó en enero del 2013 en el que esta periodista ha visto una herramienta para canalizar su pasión. «Soy periodista y me gusta desde siempre la moda ¿Cómo lo hago yo? Pues a través de un blog. No es "mirad que guapa voy con esta tendencia"». Para ello optó por la modalidad ego-bloger, es decir la de las chicas que salen ellas posando con la ropa.

«Si la modelo aparece en las revistas con ropa de lujo, la bloguera lo hace con ropa low-cost. Al menos esa era la idea original de todo esto. Ahora está cambiando», explica Patricia. Esa mutación ha convertido algunos blogs amateurs en florecientes negocios en los que aparece ropa fuera del alcance de la gente común. «Yo, personalmente, me inspiro en muchísimas cosas, desde un desfile de Prada hasta lo que veo por la calle cuando salgo a dar una vuelta. Creo que es importante que lo que lleves puesto no resulte artificial, se trata de vestir en el blog como realmente vistes por la calle, y si encima le sirve de inspiración a algunas chicas, mejor que mejor», añade.

Para Alba Cuesta (33 años), la impulsora de Descalza por el parque, el blog resulta casi una extensión de su propia vida. Las modelos son ella y su hija Jimena. «Cuando fui madre paré de trabajar durante un tiempo y me puse con el blog para seguir con algo de actividad», recuerda. Se ocupaba del estilismo en películas y cortometrajes. Ha vuelto. Pero no ha abandonado el blog.

«En el blog muestro mi gusto por la ropa y también lo que me va sucediendo», resume Alba que, no obstante, siente un extraño pudor en él: «Al principio salía siempre con gafas de sol porque sí que me podría dar algo de vergüenza exponerme de ese modo. Ahora la verdad es que no me da ninguna. Elaborar estilismos es mi profesión y a lo que me dedico, me gusta mucho. Más vergüenza me da el tema de que lean mis textos, porque no soy periodista y ahí sí que me siento bastante insegura».

Extremadamente meticulosa con las fotos («Me preocupo de que sean de gran calidad») y perfeccionista con los detalles («quiero que quien visite el blog pueda ver con claridad los complementos»), destaca, sin embargo, por la presencia de la pizpireta Jimena. «Aquí no es algo muy usual, pero en Estados Unidos hay muchos blogs en los que las madres posan con sus hijas. Yo le dije si quería salir y ella se toma todo como un juego. Se lo pasa muy bien», justifica.

Sin pretensiones profesionales

Existen blogueras que han convertido su hobbie en un oficio. Les pagan por asistir a eventos y también por hablar de determinadas marcas en sus páginas. Incluso, por lanzar un simple tuit mencionando una prenda. Ahí está el caso de la coruñesa Gala González, toda una referencia a nivel internacional dentro de ese mundo. Sin embargo, las diez participantes de este artículo ni se plantean algo así. Aquí reina la ausencia de metas profesionales. O, al menos, eso dicen todas ellas, en mayor o menor medida.

¿Por qué se crean entonces estas bitácoras? Se trata, básicamente, de abrir el armario, tomar varias prendas que respondan a la personalidad de la autora y combinarlas desde su gusto personal. Luego, salir a la calle y fotografiarse con ellas. Y mostrar el resultado en Internet. Sin más. «Abrí esto simplemente porque me gusta la moda y la fotografía y me divierte mucho hacerlo. No hay más pretensión por mi parte», asegura Paola Ameigeiras (30 años).

Dependienta de una tienda de ropa, lleva desde hace siete meses Love Cadessi. «Lo cierto es que tardé mucho en empezar, porque no me atrevía. Mi marido fue quien me dio el empujón para ir adelante», detalla. Como tantas otras parejas de blogueras, él se pone tras la cámara para capturar las composiciones creadas en su cabeza. «La manera de vestir muestra algo de ti -cree- y hoy en día, la moda es realmente importante para todo el mundo en general. Este es un punto de vista diferente».

Como en los de sus compañeras, en los post de Paola desfila ropa económica. Responde a la filosofía de que cualquiera puede vestir bien si se rompe un poco la cabeza. «Se puede hacer por poco dinero. Además de las prendas nuevas, hay ropa antigua que puedes arreglar y actualizar. Esa es una idea que me gustaría compartir con toda la gente que me sigue».

Otra de las notas que se repite entre algunas de las blogueras es la publicación bilingüe de sus entradas. «Así no te cierras solo a un idioma y te visita más gente de fuera», justifica Marta Fernández López (27 años). Esta licenciada en ADE, dirige el blog Candies Closet desde septiembre del 2011. E igual que Donkeycool o Descalza por el parque utiliza el inglés y el castellano para sus textos. Con ellos completa sus estilismos, que tira hacia «el estilo lady y románticos, de falditas y colores pastel», superando la vergüenza de los primeros tiempos. «Me daba un poco de cosa. Mis amigas me preguntaban si iba a enseñar la cara. Y la verdad es que me lo pensé bastante».

Marta asegura que no le da muchas vueltas a los motivos que la han llevado a ello. «Ahora hay muchos en Galicia, cada cual con sus pretensiones -reflexiona-. En mi caso se trata de un puro divertimento. Muestro cómo veo yo las tendencias, conozco gente a través de los que me escriben y, en general, hay un buen rollo total. Por ahora voy a seguir».

La ropa del día a día

Entre el planeta bloguero coruñés existen muchas estudiantes. Paloma Fernández (22 años) cursa tercero de derecho y elabora su blog, Lemon & Chocolate entre visitas al Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Tiene una máxima: «Yo pongo en mi blog la misma ropa con la que voy a clase, la que llevo día a día. No hago nada especial para las fotos». En esas imágenes se mezcla «cosas vintage y sport mezcladas con prendas de vestir».

Piensa que con ello puede ayudar a alguien: «Esto fundamentalmente vale para que la gente pueda ver a otras personas e inspirarse a la hora de vestir. Hay ropa que, hasta que las ves puesta, no te fijas en ella. Yo creo que en vez de seguir una revista, es mejor mirar a la gente normal para inspirarse».

También estudia Nerea Vilela (25 años) del blog Nery Poppins. Concretamente cursa Secretariado, combinándolo con su otra pasión: «Me gusta seguir las tendencias y la ropa que se lleva. Es algo que me encanta y es mi pasión. Me gusta compartir looks y mis puntos de vista. Me atrae mucho que la gente pueda opinar».

Nerea advierte uno de los últimos movimiento que se están produciendo en este mundo. Las visitas a los blogs decrecen, mientras aumenta al uso del Instagram, una aplicación de gran comodidad para el uso en teléfonos móviles. «Cada vez va a más. El blog, de hecho, lo tenía un poco abandonado. Ahora lo he reimpulsado un poco». Quienes visiten el de Nerea podrán contemplar su predilección «por los shorts, el color negro y el estilo un poco roquero en general».