El cabreo por el gol de Pablo Caballero, que les dejó sin ascenso, sigue vivo
04 nov 2015 . Actualizado a las 18:58 h.Hasta el minuto 90 de la última jornada de Liga, el Girona era en junio un equipo de Primera. El sueño se rompió 60 segundos después, cuando Pablo Caballero cabeceó con acierto un centro de Toni y mandó la pelota dentro de la red. En Montilivi cundió el silencio. Lejeune marcó en el 93, pero el colegiado lo anuló por fuera de juego. Un botellazo al juez de línea dio por terminado el juego, que se reanudó casi media hora después para disputar los últimos 40 segundos. Surrealista.
El Lugo vuelve al estadio catalán cinco meses después de aquel final esperpéntico y se espera que el ambiente sea una caldera. Los responsables de las principales peñas del Girona aseguran sin embargo que, aunque siguen «enfadados», han «pasado página». Manel Serrano, presidente de la peña Guíxols-Costa Brava: «La culpa fue nuestra, que teníamos que haber pagado más que el Sporting», bromea haciendo referencia a los comentarios que se hicieron tras el partido sobre un posible «amaño» del encuentro. «Son anécdotas del fútbol», continúa, «al Lugo le caerá una pitada monumental y alguna pancarta, eso sí». Cree que al Girona le costará hacerse con el partido, «será complicado porque los de Milla están jugando bien, aunque si me guío por el corazón, diría que ganamos 3-0».
Partido injusto, pero olvidado
Pepe Sierra, de la peña Immortal Girona cree que el ambiente es más bronco a «nivel prensa que lo que después habrá en la grada». «Los jugadores hicieron lo que tenían que hacer y nosotros somos unos aficionados tranquilos» y añade que «sacaremos una pancarta que dirá algo así como que seguimos soñando con Primera». A pesar de haber comenzado la temporada «renqueando», cree que la victoria ante el Osasuna la pasada jornada les dará a los suyos «ánimos y fuerzas» para hacer su primera victoria en casa.
«Si pudiera elegir yo, querría que les ganásemos por uno», confiesa José María Soler de la peña Saltenca. Dice que el partido de la temporada pasada «quedó olvidado» y coincide con el resto de responsables de las peñas en que la jornada será «tranquila».
Esta misma semana, los presidentes de las asociaciones de aficionados se reunieron como hacen cada dos meses. Concuerdan en que fue «muy injusto» para un equipo tan «modesto» como el Girona llegar ahí arriba y «quedarse fuera en el último momento contra un equipo que no se jugaba nada». El domingo esperan ganar en Montilivi, aunque como recuerda Soler, conscientes de que su equipo es «el mejor como visitante, pero el peor como local».