Herido de bala un muxián de 52 años en relación al narcotráfico

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

Casa en la que tirotearon al vecino de Aboi, en Muxía
Casa en la que tirotearon al vecino de Aboi, en Muxía ANA GARCÍA

Fue tiroteado en su casa de Aboi y todavía no hay detenidos

05 dic 2014 . Actualizado a las 05:05 h.

Bernardino Ferrío Sánchez, un vecino de Muxía de 52 años, se encuentra ingresado en el hospital Virxe da Xunqueira de Cee después de que ayer por la tarde resultase herido de bala en su casa de Aboi, en la parroquia de Morquintián.

Según informaron fuentes de las fuerzas de seguridad fue alcanzado por munición de una pistola y precisó intervención quirúrgica aunque su vida estaría fuera de peligro.

Al cierre de esta edición, unidades especializadas de la Comandancia de A Coruña de la Guardia Civil seguían en el domicilio del afectado tomando fotografías y recabando otras pruebas para tratar de esclarecer lo sucedido, toda vez que el agresor o agresores se habrían dado a la fuga, sin que por el momento hayan sido detenidos.

Al tiempo, varias patrullas de Corcubión y de otros puestos de la zona se encontraba en el hospital para custodiar a la víctima, que estaría a la espera de ser trasladado a planta, después de su paso por quirófano, como consecuencia del impacto de bala que habría recibido en la zona del abdomen.

A Ferrío, que ya estuvo encarcelado en los años 90, fuentes policiales lo señalan como supuesto colaborador de un grupo de narcotraficantes locales, aunque no se le conocen detenciones recientes por este asunto. De ahí que, aunque inicialmente el asunto fue tratado como un robo con violencia, los investigadores mantenga también la hipótesis de un posible ajuste de cuentas relacionado con esta actividad ilícita.

Además, tampoco es el único miembro de la familia que ha tenido problemas con la justicia, porque hay otros integrantes que resultaron denunciados por diferentes motivos, algunos de ellos también por su relación con las drogas.

De hecho, ya no vive en la casa de Aboi en la que fue tiroteado -según fuentes vecinales porque ya albergaba cierto temor a ser atacado-, sino en pleno casco urbano de la localidad, donde reside su madre, aunque acude a diario a la aldea de Morquintián, porque además de este inmueble tiene otras propiedades destinadas a labores agrarias.

Sin embargo, su actividad laboral conocida, al menos la que él expresaba públicamente, es la de percebeiro, con la que justificaría el uso de vehículos de alta gama y otros lujos que han dado que hablar en el entorno.

Ahora, los investigadores están a la espera de que se recupere de las heridas sufridas para que pueda aportar su versión de los hechos y esclarecer lo sucedido. En principio, habría apuntado que fue víctima de un intento de robo que, en cualquier caso, debería estar planificado, dado que la casa se encuentra apartada y no está dentro de ninguna de las rutas que emplean los delincuentes habituales de la zona, que mucho menos actúan con armas de fuego, de día y con residentes de por medio.