Rouco es fiel a Carballo, y más aún con jubileo

HARRY DORIAL

CARBALLO

Rouco y García Gondar, ayer en la iglesia de Carballo
Rouco y García Gondar, ayer en la iglesia de Carballo LUCIA CONCHADO

14 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

1El cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, mantiene su fidelidad a Carballo año tras año. Siempre en agosto, en visita privada, durante sus vacaciones. Tocó ayer. Llegó un poco más tarde de lo previsto y fue recibido en la iglesia parroquial por José García Gondar. Después se fueron a Erbecedo (Coristanco), para comer en Casa Sánchez (otras veces elegían Razo). Fue como una pequeña cumbre episcopal, porque también estaba el arzobispo de Santiago, Julián Barrio; el obispo de Tui-Vigo, Luis Quinteiro Fiuza; varios vicarios, como Víctor Maroño (el general), Agustín Veira Cores (el de A Coruña) o Luis Otero Outes (el de enseñanza); el sacerdote Manuel Rodríguez, ahora en Betanzos; dos sacerdotes decanos, Pedro Díaz Casteleiro (90 años) y José Lamas Pallas, de Berdillo (93, y sigue en activo). Desde Pontevedra llegó Jaime Baamonde Soto, titular de la basílica de Santa María la Mayor, que hace poco celebró el año jubilar, el mismo que ahora conmemora la capilla de A Milagrosa de Carballo. Rouco ya había estado en ella el año pasado, antes que de comenzara el mariano, pero esta vez aprovechó para cumplir con la ceremonia, de una manera privada, y a un horario que no era el previsto debido a la variación de los planes.

En Coristanco eran unas veinte personas. El cardenal, me consta, se marchó encantado. No sé si habrá más sitios en España, salvo Vilalba, a los que sea tan fiel.

Comuniones

2En esta línea de la ortodoxia católica que impregna hoy esta página, la siguiente estación se encuentra en Vimianzo, parroquia en la que este fin se semana se celebraron seis primeras comuniones: las de Lara, Carolina, Alba, Ainhoa, Andrea y Diego. Vistos los nombres, casi parece el medallero español, en el que mandan las mujeres con enorme diferencia. En la imagen aparecen junto al párroco, el xalleiro Daniel Turnes, y las catequistas.

Jubilación

3Si la comunión es uno de los puntos de la vida y la boda (como veremos a continuación) es otro, más que de iglesia, hoy esto va de etapas vitales. Porque, qué es, si no, la jubilación. Y además, no una cualquiera, sino la de José Elías Villar, de Baio, que celebró con su amplia familia su 65 cumpleaños, que significará (o eso dice, según confiesa uno de sus hermanos) su retiro. No acabo yo de verlo, pero si él lo dice debe de ser vedad. Elías está absolutamente ligado a la farmacia Astray, en la que lleva ya trabajando (hoy auxiliar, antes mancebo) más de medio siglo. Hace unos meses ya contamos que los hermanos Astray (Teté, Lourdes, Braulio y Manuel, y desde luego Alberto en el recuerdo) le brindaron un emotivo homenaje por esos 50 años de trabajo, tarea que no hay ninguna duda que le costará abandonar. Y también a los usuarios de la farmacia, que en este tiempo se cuentan por miles. Felicidades, y a descansar.

Boda con baile

4Vale, que sí, que el baile lo hay en todas las bodas. De hecho, creo que en la mayor parte de ellas los novios bailan un vals por primera vez en su vida, momento dramático donde los haya. Me refiero a otro tipo de danza, la tradicional. Este fin de semana se casaron en la iglesia de Zas Víctor Vecino, del lugar de Rus (parroquia de Roma, solo dos lugares, y muy bien conservada), conocido jugador de fútbol, y Chus Costa Montes, de la capital municipal. A la salida de la ceremonia, cuando ya eran marido y mujer, se encontraron con la sorpresa de que sus compañeros del grupo Churía (de la asociación Castro Meda), en el que la novia lleva desde los 4 años, los homenajearon con un baile, una tradición que la entidad mantiene con todos los integrantes que se casan. Los que dan un paso más, vamos.