En marzo competirá en una prueba del club ciclista dumbriés
22 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Javier Guillén Bedoya (Alpedrete, Madrid; 1972), abogado, es el director general de la Vuelta Ciclista a España, dentro de la empresa Unipublic, desde diciembre del 2008. La del próximo verano será su cuarta cita con las dos ruedas por todo el país. El viernes acudió al estand que Neria tiene en Fitur para presentar la carrera y destacar, sobre todo, la meta en O Ézaro, que ya había sido dada a conocer en un acto celebrado la semana pasada en Pamplona. La prueba terminará en el mirador en la etapa duodécima, el 30 de agosto. Y con ella, un enorme despliegue de medios (materiales, humanos y de comunicación) que promocionarán la localidad dumbriesa y, en general, la Costa da Morte. Antes, el 17 de marzo, viajará a la localidad para participar en una prueba ciclista que prepara el club ciclista dumbriés, en la que también estará el excampeón del mundo Abraham Olano. Además de en el estand de Neria, Guillén aprovechó su paso por Fitur para dar a conocer otras etapas en La Rioja y en el País Vasco.
-¿Qué le parece el lugar como fin de una etapa?
-El lugar es extraordinario, creo que se trata de una meta especial, en la que confluyen muchas posibilidades. Y creo que será de las más bonitas y espectaculares de la Vuelta del 2012. Confluyen los tres requisitos que son señas de identidad de la carrera: en primer lugar, por sus características garantiza el espectáculo deportivo; en segundo término, aporta la innovación, ya que es la primera vez que llegaremos a O Ézaro, y finalmente, se encuentra en medio de un paisaje excepcional.
-¿A cuánta gente suelen mover en cada llegada?
-La media está en unas 2.500 personas por etapa, pero puede llegar hasta las 3.000 e incluso 3.500. En algunos lugares se unen más que otros. Y a eso hay que sumar los medios locales, los aficionados? Una de las ventajas que tiene la cima del mirador es que hay una carretera que sigue hacia delante que aporta mucho espacio para todo el operativo, algo que no ocurre en todas las cumbres.
-¿Serán necesarias actuaciones en la zona de llegada o ya sirve tal como está todo?
-Habrá que hacer algunos pequeños esfuerzos, no de los más complicados, precisamente, pero merecen la pena. Debemos garantizar la llegada, la acogida de los ciclistas para que se desplacen a los hoteles y la cobertura televisiva, y todo eso ya lo está.
-¿Por qué eligieron este paraje como meta?
-Fui expresamente a conocerlo antes de incluirlo, porque me habían hablado muy bien de él. Y coincidió que tenía ganas de que la Vuelta volviese a Galicia, de la que guardábamos gratos recuerdos, con lugares bonitos y atractivos. Así que, buscando, me hablaron de O Ézaro, fui y me quedé prendado. En ese caso van juntos el paisaje y la cuesta, por lo que se garantiza el espectáculo deportivo y estético. Y teniendo en cuenta que la Vuelta es una gran ventana de promoción turística, que es algo que también se suele buscar. Ya pasó cuando incluimos otros lugares nuevos y especiales, como Valdepeñas de Jaén, San Lorenzo del Escorial o Gibralfaro, por citar algunos, y en todos tuvo mucha repercusión. Lo mismo está pasando ahora con Dumbría.
-¿Qué le dicen los ciclistas?
-Entre ellos se está creando expectación, las rampas que se van a encontrar están dando que hablar. Además, a los ciclistas les gusta innovar, y este tipo de llegadas son muy atractivas. No hay que olvidar que hablamos de un deporte que exige mucha dureza y sacrificio. Pero la expectación no es solo entre ellos, es general. Y eso a mí, más que sorpresa, lo que me provoca es una enorme satisfacción, alegría y ver que es el reconocimiento a un trabajo. Que se hayan puesto tantas expectativas es para estar contento.
-¿Qué papel juega en todo esto el Concello de Dumbría?
-Es una parte fundamental. La etapa se lleva a cabo gracias a que el Ayuntamiento quiere acogernos, y nosotros respondemos. Es obvio que necesitamos recursos. La economía está como está, pero nos ajustamos, y este Concello ha hecho un gran esfuerzo sin comprometer nada. Tenemos una buena colaboración y una excelente relación bilateral. Tengo que citar también, y agradecer, la que brinda la Diputación de A Coruña, ya que las etapas que se celebran en la provincia son dos.
-¿También les afecta la crisis?
-Claro, como a todos. Y nos obliga a reaccionar y a trabajar con planteamientos nuevos, proponer iniciativas novedosas que nos impidan que nos arrastre el pesimismo. Los ciclistas dan pedaladas, y nosotros tenemos que pedalear fuerte contra la crisis, más fuerte que nunca.
-¿Y la crisis no viene también de todos los escándalos de dopaje que ha habido?
-No, la crisis es económica. El dopaje hizo daño, pero el ciclismo detectó y afrontó el problema, y hemos ganado la batalla de la credibilidad, aunque no hay que relajarse. Nuestra crisis no es de imagen, es la que se deriva solo de las circunstancias económicas, que afecta a todas la actividades económicas, y obviamente también a nosotros. Dependemos de los apoyos institucionales y de los patrocinios de las empresas y ya sabemos cómo está todo eso.
-¿No se le hace muy cuesta arriba trabajar así?
-No, este cargo se lleva con mucha ilusión y pasión, y en estos tiempos difíciles, también con iniciativa.
-En marzo acudirá a una prueba ciclista. ¿Participará en ella?
-Sí, espero hacerlo. Yo soy más de cicloturismo de que carretera. Y no tengo pasado como corredor, siendo abogado llegué a Unipublic y aquí estoy, muy contento. Y más cuando, como en este caso, veo el apoyo que tenemos.
javier guillén bedoya director general de la Vuelta ciclista a españa