Fracasa el intento de anotar como municipal un terreno de Corrubedo en manos privadas

CARBALLO

03 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Impedir que los Campos de Teira e Samil, en Corrubedo, pasen definitivamente a manos privadas solo será posible si el ejecutivo ribeirense consigue demostrar la titularidad comunal de unos terrenos que todos los vecinos de la parroquia consideran como propios desde hace generaciones. La alternativa de reclamarlos como municipales, tal y como se pretendió inicialmente, es inviable, y de nada sirvió incluirlos, hace cinco meses, en el inventario de bienes.

La batalla por la titularidad de los Campos de Teira e Samil, una superficie privilegiada de 140.000 metros cuadrados que también incluye la zona de O Corgo, comenzó hace muchos años y todavía sigue abierta.

En el registro de la propiedad de Noia figuran a nombre de un particular, pero en el catastro constan como del Ayuntamiento. Ahora una promotora inmobiliaria asegura que le pertenecen y al gobierno de Torres no le ha quedado más remedio que acudir a la Justicia.

Hace una treintena de años que los Campos de Teira e Samil están inscritos en el registro a nombre de un particular, algo que no es ajeno para los ciudadanos ni para el gobierno. De hecho, han sido vendidos hasta en tres ocasiones, unas operaciones que los vecinos consideran poco transparentes.

En 1975 se celebró un juicio, que ganaron los residentes, porque un particular quiso apoderarse de este terreno. Quienes recuerdan historias pasadas aluden a una ocasión en la que los corrubedenses incendiaron unas vigas de madera con las que pretendían cercar lo que creen es de todos.

Demasiado tiempo

Sin embargo, en todo este tiempo de amenazas, a mediados de los ochenta otra persona llegó a la parroquia diciendo que había recibido los Campos de Teira como pago de una deuda, la titularidad de esta parcela no se aclaró en los registros y ahora los treinta años transcurridos parecen dar la ventaja a quienes los reclaman en detrimento de los residentes.

Sin embargo, la batalla se juega en los tribunales y no hay nada perdido. La promotora intentó, en vano, sustituir en el catastro coruñés el nombre del Ayuntamiento por el suyo.

El siguiente paso es demostrar que esos terrenos son comunales y el ejecutivo ya se ha puesto manos a la obra.

En Corrubedo hay vecinos que poseen escrituras de más de un siglo de antigüedad en las que se especifica que sus propiedades lindan con el terreno comunal de Teira. Sus documentos constituyen una prueba única de que, de alguna manera, se registró como particular lo que era un bien común.

De hecho, los residentes recuerdan que antiguamente se pagaba incluso un foro por llevar a pastar a los animales a este lugar.

El Concello ribeirense recopila toda la documentación que pueda resultar necesaria para demostrar ante la Justicia que los Campos de Teira deben estar al servicio de los ciudadanos. Si los residentes ganan la batalla se habrán acabado muchos años de disputas por la posesión de estos terrenos que, nadie sabe muy bien como, un buen día aparecieron registrados a nombre de un particular.

Aunque una promotora inmobiliaria se atribuye la propiedad de los terrenos, hay quien piensa que se han dejado transcurrir los treinta años porque expiraba el plazo para que el Concello pudiera reclamarlos como propios, no es posible construir una urbanización en estos terrenos porque en el planeamiento urbanístico aparecen catalogados como de carácter rústico.

Nadie sabe muy bien qué finalidad pretende dárseles, pero las alarmas han vuelto a saltar en Corrubedo y todos quieren que este asunto se zanje de una vez.