Los hosteleros de cuatro concellos no pagan nada por las terrazas

RIBEIRA

MATALOBOS

La falta de una ordenanza que regule la instalación de mesas y sillas en la vía pública impide a los ayuntamientos cobrar por el servicio

25 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace unos días, el gobierno de Noia dio a conocer la caótica situación en la que se encuentran las terrazas de los establecimientos hosteleros del municipio, sin embargo, indagando en cómo andan las cosas en otros ayuntamientos vecinos, resulta que no es el noiés el único en semejante tesitura. No en vano, en la comarca hay cuatro concellos que no ingresan ni un solo euro por estas instalaciones.

Se trata, eso sí, de los municipios más rurales, no obstante, cuentan con algunos locales que colocan mesas y sillas para sus clientes en la vía pública y que no pagan absolutamente nada. En descargo de estos hosteleros hay que decir que ninguno de esos cuatro concellos cuenta con una ordenanza específica que regule las terrazas ni, por tanto, con una tasa para cobrar por el servicio. En este caso están Lousame, Mazaricos, Outes, donde los permisos para esta instalaciones se conceden al amparo de una norma genérica por ocupación de espacio público pero no se cobra por ello, y Carnota.

En este último caso, el regidor, Ramón Noceda, reconoce que las terrazas están «en terra de ninguén», aunque por poco tiempo puesto que el ejecutivo planea aprobar una ordenanza en los próximos meses. De hecho, ya lo intentó en el anterior mandato, pero como estaba en minoría la propuesta no salió adelante.

Aunque estos cuatro son los casos más llamativos, cada ayuntamiento, pese a haber actualizado sus normativas sobre terrazas en los últimos años, tiene sus propias peculiaridades y no siempre resulta fácil controlar que todo el mundo cumpla con sus obligaciones. Esta es la situación por concellos.

Ribeira

Próxima actualización. Completar el papeleo que se exige para instalar cuatro mesas a las puertas de un local puede ser una tarea ardua. Esa es una de las cuestiones que los hosteleros ribeirenses han trasladado al Concello en los últimos años y que ha llevado al ejecutivo local a tomar cartas en el asunto. De hecho, la ordenanza, aprobada en el 2012, se tratará en el pleno del próximo lunes para simplificar los trámites. Con todo, la lista de requisitos que tendrán que cumplir los hosteleros no es pequeña e incluye desde un plano de situación y la homologación de los toldos y elementos estables si los tuviera, hasta un seguro y el presupuesto de la instalación.

A Pobra

Cada dos semanas. Donde también se quiere darle una vuelta a la ordenanza actual es en A Pobra. No en vano, lo farragoso de la tramitación obliga a hosteleros y funcionarios municipales a invertir demasiado tiempo en las solicitudes. De hecho, los dueños de los locales deben acudir cada dos semanas a la casa consistorial para liquidar la tasa por el número de mesas que colocarán cada día. El alcalde indicó que se mantendrán reuniones con el sector para consensuar la modificación de la norma. En cuanto a si los profesionales cumplen o no sus obligaciones, en general sí lo hacen y este año solo se han tramitado dos expedientes por impago de las terrazas. 

Boiro

Recomendación. El Ayuntamiento boirense tiene una normativa actualizada y es la Policía Local la que se encarga de realizar controles para comprobar que todo el mundo ocupa el espacio para el que tiene autorización. Lo que no regula la ordenanza es el tipo, colores y materiales de sillas, mesas y toldos, sino que se limita a hacer una recomendación para que las terrazas guarden cierta homogeneidad.

Rianxo

El problema de Portos. En Rianxo se da una situación que se repite en los demás municipios costeros que cuentan con terrazas en dominio de Portos. El Concello ya ha solicitado en varias ocasiones que el organismo le ceda la gestión de esas instalaciones «para que todas estean baixo a mesma norma». De momento, no ha tenido éxito. En cuanto a la ordenanza, aprobada en el mandato anterior, sí establece los materiales y colores de sillas y mesas, evitando a toda costa los tonos chillones, mientras que el pago no es anual, sino que se hace por temporada, de manera que el espacio que ocupan las terrazas varía en función de la época del año y, por tanto, también su coste para el hostelero.

Muros

Cambio paulatino. La normativa muradana también se actualizó en el mandato anterior, sobre todo en lo que respecta a las directrices sobre el color y materiales del mobiliario de las terrazas para cumplir con lo establecido en el plan de protección del casco histórico. En este sentido, se ha dado un plazo al sector para que vayan renovando mesas y sillas paulatinamente.

Porto do Son

Distintas tarifas. El Concello sonense es otro de los que cuentan con una norma específica sobre terrazas desde hace un par de años. Indica el alcalde, Luis Oujo, que, en general, los dueños de los establecimientos cumplen y ocupan el espacio que solicitan y por el que pagan. En este caso, lo más llamativo de la ordenanza es que establece distintas tarifas en función de la zona donde se emplace el local hostelero en cuestión. 

Noia

Sin plazos para pagar. Y en cuanto a Noia, pese a ser uno de los núcleos más importantes de la comarca, no cuenta con una ordenanza específica, una tarea que el ejecutivo local ya anunció que emprenderá cuanto antes. Sin embargo, los datos sobre el impago por la instalación de las terrazas ha causado cierto revuelo entre los hosteleros. Según indican algunos de estos profesionales, lo que ocurre es que no hay un plazo concreto para pagar, de manera que cada cual liquida la tasa que le corresponde cuando le parece, de ahí que muchos aún no lo hayan hecho. En cuanto a la elaboración de una norma, la patronal noiesa se muestra favorable a su realización, pero advierte que será preciso consensuarla porque «hay mucha gente implicada y es un tema complejo».