El frío y el tren de borrascas dejan bajo mínimos la plaga de velutina

MUROS

matalobos

Los equipos de emergencias recuperan la normalidad tras ocho meses de saturación

10 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La plaga de avispa velutina dejó, en su primer año en la comarca, un escenario que afectó a todos los concellos de Arousa norte, Noia y Muros. La situación llegó a tal extremo que los equipos de emergencias asignados a cada ayuntamiento llegaron a tener picos de trabajo que implicaban, en cada término, la retirada de hasta seis nidos por jornada. Decían los expertos entonces que el frío sería el mayor antídoto para hacer frente a la abundancia de este insecto, pero no fue así, al menos no del todo. Y es que hasta que llegó el mal tiempo, en forma de viento huracanado y lluvias intensas, la presencia de velutina no descendió hasta prácticamente desaparecer.

Esta semana, los grupos de emergencias apenas recibieron llamadas, ya fuera de particulares o a través del 112, para retirar asentamientos. Y los avisos que llegaron fueron por nidos que ya no tenían actividad en su interior por la muerte de las avispas. El escenario actual supone un alivio para los equipos encargados de hacer frente a la plaga en la comarca, que durante los últimos ocho meses se vieron obligados a dedicar buena parte de sus jornadas laborales a retirar los nidos aplicando distintas técnicas aprendidas en cursos de formación.

Acumulación de tareas

Esa saturación de trabajo a causa de la velutina se hizo muy difícil de soportar por las tareas propias de primavera, verano y otoño, que implican el correcto mantenimiento de los montes con desbroces que, según consta en diferentes convenios con Medio Rural, había que hacer, además de colaborar en la extinción de incendios o, en plena temporada estival, en el mantenimiento de las playas.

Pero la situación actual, reconocen los mismos profesionales abiertamente, es una tregua, no la eliminación definitiva de la plaga. Para empezar, la velutina resistió al frío mucho más tiempo del esperado, habiendo en la época navideña todavía numerosos nidos con actividad.

Ahora, la previsión que manejan estos expertos es que, con la llegada de la primera, y a medida que el mercurio de los termómetros comience a subir de nuevo, la avispa asiática volverá a instalarse progresivamente hasta que, ya en verano, se estima que alcanzará los niveles del año pasado.

«El problema, este verano, será mucho más preocupante»

Marcos Fernández, GAEM de Ribeira

El Grupo de Axuda e Emerxencias Municipal de Ribeira (GAEM), con Marcos Fernández al frente, retiró más de 100 nidos el año pasado. Pero la situación que está por venir, añade este experto, invita al pesimismo: «El problema, este verano, será mucho más preocupante», añade. Fernández se basa en la teoría que recibió en el curso de formación, que decía: «Nos contaron que un nido que tenga una avispa reina criará, al menos, otras 50 reinas que formarán sus propios nidos. Pensando de esta forma, y teniendo en cuenta que el 2016 fue el primer año de la plaga, nos hace creer que el 2017 será muy complicado».

«A xente non é que lles teña medo, é que lles ten pánico»

Ramón Lago, GES de Muros

Ramón Lago es el responsable del Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) con sede en Muros, y con un radio de acción que incluye Carnota, Outes y Mazaricos. Hasta la fecha, y en estos cuatro términos, se retiraron 274 nidos. Lago, al recordar la reacción que estos asentamientos generan en los vecinos, lo tiene claro: «A xente non é que lles teña medo, é que lles ten pánico. Como no inicio nos referiamos ás velutinas como avespas asasinas, quedoulles esa etiqueta. O que a xente debería saber e recordar é que ese nome é porque mata ás abellas».