Las restricciones para contratar personal condicionan la labor municipal

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez NOIA / LA VOZ

BARBANZA

La ley impide a los concellos incrementar sus plantillas o cubrir plazas y serían precisas medio centenar de incorporaciones

07 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Decía hace unos días el alcalde de Ribeira que estaría atento a la formación del nuevo Gobierno central, para ver si repetía al frente de la cartera de Hacienda Cristóbal Montoro, quien, a juzgar por sus palabras, no es santo de su devoción y al que últimamente ha dedicado alguna que otra pulla por las medidas de ajuste que traen de cabeza a las Administraciones locales. Probablemente no era el único regidor de la comarca pendiente de un posible relevo, y es fácil imaginar que más de uno se habrá llevado un chasco al ver que Montoro seguirá dirigiendo un ministerio que últimamente da pocas alegrías a los concellos. El comentario de Ruiz Rivas venía a cuento de los límites que impone la ley a los ayuntamientos a la hora de contratar personal, una situación que les provoca no pocos problemas.

En el caso ribeirense, se aprobó una oferta de empleo público para cubrir una plaza en la Policía Local, «iso é todo o que nos permite a lei», apostilló el alcalde. El problema está en que en la mayor parte de los concellos las plantillas son escasas y la situación se ve agravada por bajas por jubilación que no siempre pueden cubrirse y, si se hace, es de forma interina. A la espera de tener datos fiables sobre a cuántos trabajadores podrán contratar el próximo ejercicio conforme a la ley, los alcaldes echan cuentas y calculan que precisarían alrededor de medio centenar de profesionales para prestar servicio a los ciudadanos en condiciones óptimas.

Más flexibilidad

En este sentido, son varios los regidores que cuestionan que se les impida realizar convocatorias para cubrir plazas vacantes si sus cuentas están saneadas y tienen capacidad económica para hacerlo. El alcalde de Boiro, Juan José Dieste, señaló que «debería darse un pouco máis de flexibilidade aos concellos. No noso caso non temos grandes problemas, pero si nos viría ben aumentar o persoal na brigada de obras para pequenos asfaltados ou para o arranxo de beirarrúas. Con algúns traballadores máis, aínda que fora uns meses ao ano, poderiamos prestar un mellor servizo».

También el regidor de Porto do Son, Luis Oujo, critica la medida impuesta desde Madrid: «Se non tes persoal, non podes prestar servizos, pero como non podes deixar de dalos en algúns casos, ou se se produce unha avaría, tes que acabar recorrendo a subcontratas, e iso leva reparos de Intervención... É a pescada que se morde a cola».

Otra de las cuestiones apuntadas por los alcaldes es la elevada temporalidad que hay en determinados servicios municipales.

Causa de inestabilidad

De esta cuestión hablaba la regidora muradana, María Xosé Alfonso, y señala a la prestación de ayuda a domicilio: «Hai unha ducia de persoas con contratos temporais e iso causa problemas de inestabilidade para os traballadores, e tamén para os usuarios».

En Outes, la alcaldesa, Beatriz Molinos, explicó que necesitarían a un par de personas más para la brigada de obras y otro tanto para la limpieza de edificios públicos, las mismas prestaciones con carencias de personal en el Concello rianxeiro.

Ahora que los concellos están inmersos, o deberían, en la elaboración de los presupuestos del próximo ejercicio, todos los alcaldes señalan que preverán en las cuentas la partida correspondiente para la contratación de trabajadores, pero todavía no saben a cuántos porque eso depende de lo que les permita la ley: «Estamos pendentes duns datos para saber cantas prazas poderemos cubrir, pero iremos ao máximo que poidamos», enfatizaba el regidor noiés, una idea secundada por los demás mandatarios.