Los deberes de verano que están pendientes en la playa de Coira

Antón parada RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

El Concello sonense lanzará una campaña de mantenimiento a principios de junio, así como planea ampliar la pasarela de madera

03 may 2016 . Actualizado a las 05:05 h.

Puede que el nacimiento del paseo marítimo de Portosín no sea el escenario perfecto e idílico que corresponde a las vistas disponibles a lo largo de su trayecto. Detrás del puerto de esta parroquia sonense se extiende un tramo de la pasarela de madera que alberga uno de los accesos al arenal de Coira, uno de los más frecuentados por el turismo estival, en una localidad conocida por su afluencia de visitantes de zonas como Santiago de Compostela.

Su inicio se trata de un lugar de contrastes, donde se entremezclan nuevas actuaciones -como unos pulcros bancos de piedra en un espacio ajardinado- con lugares deteriorados por la acumulación de desperdicios, como un montón de pivotes metálicos corroídos. Justamente, la bienvenida al entorno permite hacerse a la idea de un problema generalizado, el movimiento de la arena que oculta parte del paso elevado.

Siguiendo la acera del propio paseo marítimo la cosa no mejora. Llaman la atención los constantes desniveles de las dunas que llegan a invadir incluso el patio del colegio colindante con la playa o el pavimento del camino. Cuestión que fue vista por un vecino de avanzada edad como «algo habitual durante todo o ano». Sobresalen también algunos deterioros sintetizados en pintadas sobre bancos y muros.

Mantener y ampliar

No obstante, el mobiliario urbano -confeccionado por el taller de empleo Tahúme- se encuentra en perfectas condiciones. Pero no se puede decir lo mismo del enlosado, que en varios puntos se levanta por el desgaste y por la acción de las raíces de la hilera de palmeras. Aunque dos ejemplares hayan sido talados sin que se cubriese después la tierra.

En las bajadas al arenal de la parte final del paseo se detectan fragmentos rotos de la barandilla metálica a causa del óxido. No es el único síntoma del paso del tiempo, ya que la pasarela que se prolonga desde esta zona presenta los mismos defectos que la anterior, pero agravados: partes astilladas, trozos que faltan y carencia de sujeciones que provocan tambaleos del pasamanos; focalizados en gran medida en la parte que cruza el río.

Tras contactar con el alcalde de Porto do Son, Luis Oujo, este explicó que la brigada de obras está lista para acometer el mantenimiento periódico, que se producirá antes o a principios del mes de junio. Las tareas pasarán por la activación de las duchas al arreglo de estos problemas menores en el entorno.

El regidor sonense también aprovechó para recordar que han elaborado un proyecto de ampliación de la pasarela de madera desde el arenal de Coira al de la playa del Pozo, que presentarán el próximo mes al grupo de acción costera (GALP) para optar a su financiación.

Se suman los baches y baldosas sueltas. El pavimento de la acera presenta desperfectos.

Nueva zona de ocio. El contraste entre la pasarela avejentada y la reciente obra es significativo.

La corrosión generó roturas. Este es el estado que presenta el pasamanos a pie de playa.

Saltos de arena y pintadas. En numerosos tramos, el paseo se ve invadido por las dunas.

Desgaste acusado y falta de firmeza. Además de que se mueve, presenta astillas constantes.

A causa del movimiento de arena. Cuando llegue junio se nivelará la bajada. Fotos c. Queijeiro