No hubo clemencia para el entroido

BARBANZA

DANI GESTOSO

Barbanza pasó de la euforia al llanto en la despedida del carnaval

06 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

No hubo clemencia para Felipe, ni para Facundo, ni para Felipiño, ni para el Toribiño. Ni siquiera la Sardiña pudo evitar las llamas. La comarca enterró el entroido por este año en una tarde en la que la euforia dejó paso al llanto más desconsolado en los «funerales» por las distintas representaciones que don Carnal adopta a lo largo y ancho de Barbanza.

Aunque en lugares como Boiro el telón carnavalero no se bajará hasta el domingo debido a las actividades que hubo que aplazar por la lluvia, en la mayoría de los concellos los disfraces abandonaron las calles tras concurridos entierros como el celebrado en Ribeira.

Si la lluvia aguó buena parte de las celebraciones del carnaval, sí dio una tregua para que los vecinos de Santa Uxía se echasen a la calle para despedir al Felipe como es debido. Con puntualidad británica, la concurrida comitiva fúnebre, en la que no faltaron ni curas ni obispos, partió del entorno del auditorio para que el difunto recorriese por última vez la ciudad. Media hora duró un desfile al que, a cada paso, se sumaban más vecinos para dar su último adiós al carnaval.

El punto y final del recorrido fue de nuevo la zona del auditorio ribeirense, donde todo estaba dispuesto para un festival de pólvora que redujo a cenizas a Felipe: «¿Pero vano queimar de verdade?», preguntaba un niño a su padre. «Pois claro».

Misma escena

Efectivamente, lo quemaron de verdad, y en cuestión de minutos Felipe pasó a mejor vida, igual que le ocurrió a la Sardiña de Noia y de Outes, al Felipiño sonense, al Facundo de Muros y al Toribio rianxeiro. Todos ellos participaron en un último desfile por las calles de sus respectivas villas antes de acabar enterrados o quemados en una hoguera.

La despedida fue triste, entre llantos de amargura y música de charangas, quizá poco apropiada para un sepelio, pero, al fin y al cabo, Felipe, Felipiño, Toribiño o Facundo resucitarán milagrosamente dentro de un año para volver a llenar de comparsas, disfraces y alegría las calles de la comarca.