La Feira Celta inunda de espectáculos y puestos las calles de la villa sonense

ÁLVARO SEVILLA RIBEIRA / LA VOZ

PORTO DO SON

MARCOS CREO

29 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Los vecinos de Porto do Son tendrán que exprimir al máximo el día de hoy para aprovechar las últimas horas de la Feira Celta. Festividad que desde el viernes inunda las calles de la localidad barbanzana.

La celebración ha sido un éxito rotundo, y es que los vecinos han abarrotado el concello, hasta el punto de ser casi imposible conseguir un sitio en el que cenar, o una calle vacía en la que tomarse un respiro.

Magos, artesanos y brujas han aportado al municipio otro aire, cargado de vitalidad y buen ambiente, aunque también los hosteleros aportaron su grano de arena embelleciendo sus establecimientos con banderas y estandartes de la época.

No han faltado puestos de topo tipo, entre los que destacaban aquellos de comida artesanal. Debido al aroma que desprendían desde lejos, todos los vecinos se quedaban embelesados, y terminaban con un kebab, un cacho de queso, o una tarta de chocolate entre sus manos.

Fue en la plaza de España donde los malabaristas hicieron las delicias de los más pequeños. Aplausos y palmas se convirtieron en la banda sonora de las actuaciones, mientras todos los espectadores, con cara de asombro, acompañaban la exhibición de los funambulistas.

Monstruos, brujas y diablos

Entre todos los artesanos destacaba la presencia de Javier Díaz, tallando meticulosamente sus troncos de pino. Monstruos, brujas y diablos creados con una técnica que lleva años perfeccionando, salieron del ingenio y de las manos de este peculiar escultor. Para dar el toque musical a la cita no faltaron los músicos que transportaron, con sus antiguas canciones, a todos los presentes al mismísimo medievo.