Muere tras pegarse un tiro junto a la Festa do Tinto en Ribadumia

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso VILAGARCÍA / LA VOZ

RIBADUMIA

Mónica Irago

La víctima, de 38 años, bajó de su casa con una escopeta en la mano y tras recorrer unos escasos metros se disparó en la cabeza

06 jun 2016 . Actualizado a las 00:36 h.

Eran las tres de la tarde. La Festa do Viño Tinto de Barrantes, que siempre celebra el municipio de Ribadumia el primer fin de semana de junio, se encontraba en pleno auge. Aunque algunos ya se habían marchado a comer, los más rezagados seguían en la carpa descorchando botellas de ese vino tan característico. Con el ruido que había en el recinto les resultó imposible enterarse de que a unos escasos veinte metros un vecino de la localidad se había quitado la vida. Lo hizo en plena vía pública, delante de un bar y con una escopeta. Cuentan testigos presenciales que el hombre bajó de su casa, anduvo unos metros y se disparó. El suceso causó una gran conmoción entre los presentes y entre los que disfrutaban de la fiesta. Y es que algunos se encontraban con el cadáver en cuanto abandonaban la carpa de degustación. El fallecido es un hombre de 38 años que, explican sus vecinos, sufría una depresión.

M.D.G. vivía con su mujer y el hijo de ambos en un piso en el centro de Barrantes. Había sufrido un grave accidente de moto hacía dos años, del que se salvó de milagro, cuentan sus vecinos, pues estuvo en coma mucho tiempo. Ayer, la mayoría de los que lo conocían explicaban que el suceso le dejó secuelas, entre ellas, una depresión.

Alrededor de las tres de la tarde, este vecino salió de su casa con una escopeta en la mano. Anduvo escasos metros, pasó por delante de un bar... y se pegó un tiro en la cabeza. Así lo cuentan quienes lo vieron. El lugar se convirtió enseguida en un hervidero de gente. Llegó Protección Civil y una ambulancia del 061, que nada pudo hacer por salvarle la vida. También, la Guardia Civil. Poco a poco se fueron tomando medidas de seguridad, para evitar a las decenas de curiosos que se fueron acercando a la zona, pues el cadáver y la escopeta seguían tirados en el suelo. Algunos llegaron tras oír lo sucedido. Otros, se encontraban con el suceso cuando abandonaban la fiesta para ir a coger sus coches.

 Corte de tráfico

Algo más de una hora tardó en llegar el juez de guardia, que ordenó ampliar el cordón policial. Se cortó el vial al tráfico, para poder proceder al levantamiento del cadáver, pues se ha abierto la correspondiente investigación judicial. Dos horas después, el cadáver fue trasladado y los Bombeiros do Salnés se encargaron de limpiar el vial. La fiesta, pese a todo, continuó en Barrantes.