La alta velocidad acerca más a los bañistas que le disputaba Barbanza
21 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Hace ya unos años que Barbanza trata de arrebatarle a Vilagarcía el título de puerto de Compostela que le corresponde por historia, y lo intenta colocando sus carreteras como competencia de la vieja línea ferroviaria que siempre hermanó a Vilagarcía con la capital de Galicia. Estuvo a punto de conseguirlo, porque la autovía a Noia y la posterior circunvalación de esta villa colocaron a los compostelanos a veinte minutos de las playas de Barbanza, cuando hace solo unos años se tardaba casi una hora por un vial lleno de curvas. Por tren, en cambio, era imposible llegar desde Santiago en menos de media hora, lo que daba una cierta ventaja al transporte por carretera. Ahora, con la llegada de la alta velocidad, el viaje entre la capital de Galicia y la playa que lleva su nombre se reduce a 16 minutos, lo que de nuevo pone a la capital arousana como referencia estival para los compostelanos.
Y no es solo la ventaja del tiempo. Es también la seguridad que ofrece el tren frente a los peligros de la carretera, y las frecuencias, que se acomodan a las necesidades de los bañistas, con un número de trenes en ambas direcciones mayor de los que había antes de llegar el AVE. Además, los usuarios tienen la posibilidad de elegir entre el precio del tren tradicional con paradas en Padrón y Pontecesures, a 4 euros, y el rápido por el viaducto del Ulla, a 5,05 euros.
Aunque todavía quedan unos meses para que los bañistas abarroten los ferrocarriles en dirección a la playa de A Compostela, todo parece indicar que el tren recuperará a un perfil de viajero que había optado por la carretera. Porque si la comodidad de la autovía de Barbanza fue capaz de conquistar sobre todo a las familias, que viajaban unidas en un solo coche, todo parece indicar que ese confort lo recuperará ahora el tren por la rapidez del viaje y las posibilidades que ofrecen sus frecuencias para acomodar los horarios particulares a un viaje de ida y vuelta en la misma jornada. Y todo ello teniendo en cuenta que a los bañistas de Santiago se sumarán los de Catoira y Pontecesures, que mantienen el número de paradas en el primer caso y las incrementan en el segundo.
Más de 6.000 pasajeros
Eso será en verano. Pero ahora, son los trabajadores y los estudiantes, sobre todo, los que ya están comprobando las ventajas de una alta velocidad que se inauguró el sábado a todo tren. Ese día, Renfe vendió más de 6.000 billetes, o lo que es lo mismo, la totalidad de los que estaban disponibles en el Eixo Atlántico.
Por placer
Pero como se pudo comprobar ese día, el AVE es también un aliciente para hacer turismo a bajo precio. Buen parte de los que cogieron el tren ese día lo hicieron para pasear, lo que aumenta las expectativas turísticas de Vilagarcía y la comarca.
Salva o Tren aplaude las cercanías pero seguirá peleando por Portas
Tras muchos años de reuniones y movilizaciones, Salva o Tren se congratula de que la alta velocidad haya llegado a Galicia sin que se supriman las cercanías, tal y como ellos demandaron estos años con 35 manifestaciones y 14 reuniones con representantes políticos.
La entidad hace ahora un balance del estado actual de las cosas y recuerda que uno de los principales objetivos -el de mantener los servicios en las viejas estaciones- se logró, porque únicamente se eliminaron dos en A Escravitude y Chapela. Trece de las estaciones se han salvado, y se mantendrán los servicios regionales, combinados con la línea del AVE «tal y como le planteamos en su día al ministerio». También aplauden que la estación de Urzaiz en Vigo, que Fomento llegó a cerrar, se reabra por fin. En definitiva, «un sueño del que la plataforma Salva o Tren siempre estuvo esperanzada de conseguir».
Eso no quita que no haya razones para seguir con la batalla. La plataforma seguirá peleando para que se mantengan los servicios ferroviarios en Portas, que tendrían un coste cero para la administración. Consideran, además, un grave error del ministerio que se haya reabierto la estación de Urzaiz sin que sea intermodal, con las correspondientes conexiones por carretera.
Aún así, la plataforma está satisfecha por haber cumplido el principal objetivo, pese a las multas y los sinsabores de estos años.