La tensión vuelve a Guillán con la liberación de Santiago Gómez

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

La calma chicha reinaba ayer en el escenario del crimen.
La calma chicha reinaba ayer en el escenario del crimen. m. irago< / span>

El acusado descansa con su familia al lado del escenario del crimen

12 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Hasta tres veces había pedido el abogado de Santiago Gómez su libertad provisional, al considerar que no había motivos que justificasen su encarcelamiento en tanto no se celebraba el juicio por el fallecimiento de su hermano, al que este vecino de Guillán disparó en una pierna y le provocó la muerte en septiembre del 2102. Sin embargo, en cuanto el jurado falló que se trataba de un homicidio imprudente, el presidente de la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra decretó la inmediata puesta en libertad del acusado. Ayer, Santiago Gómez descansaba con su familia en Guillán, al lado del escenario del crimen, que tuvo lugar en la huerta que comunicaba las viviendas de los dos hermanos.

Ahora, la casa en la que residía el fallecido, Alfonso Gómez, con su mujer y sus hijos, está vacía. Su madre -que declaró en el juicio como testigo de la acusación-, vive con otro hermano, y tan solo uno de sus nietos está en ella de vez en cuando. En cambio, en la de Santiago Gómez se registraba ayer un movimiento inusual. Aunque él no salió de su domicilio ni quiso hacer declaraciones, recibió visitas. Su mujer y sus hijos dijeron que estaba descansando y que tanto él como la familia querían olvidarlo todo. «Aunque va a ser difícil -reconocía su esposa-, porque ellos van a recurrir y esto todavía no se va a quedar aquí».

En la misma aldea

Pero en Guillán no las tienen todas consigo. En la aldea están divididos. Unos dicen tener miedo de que Santiago haya quedado libre, otros repiten lo que el acusado ya había dicho en el juicio, que el fallecido tenía amedrentada a la familia, y casi todos temen que el hecho de que la viuda viva cerca, en casa de su madre, y que unos estén enfrentados con los otros y algunos con todos, no ayuda a calmar los ánimos. «Pero nadie te lo va a decir en voz alta -decía un vecino-, porque todos tienen miedo».

Lo que sí está claro es que la puesta en libertad de Santiago Gómez hizo revivir a todos ellos los trágicos sucesos ocurridos hace dos años cuando, tal y como se probó en el juicio, los dos hermanos discutieron en la huerta y Alfonso llegó a amenazar a Santiago con una navaja, por lo que este entró en su casa, cogió su escopeta de caza y disparó a su hermano en una pierna, con tal mala puntería que le dio en una arteria y la víctima se desangró. La familia del fallecido lo acusó de asesinato, pero el jurado falló finalmente que se trataba de un homicidio imprudente. A la espera de la sentencia, la pena no superará el año de prisión. Santiago Gómez ya cumplió dos.