Los pronósticos de mal tiempo redujeron hasta un 15% las reservas de última hora
02 abr 2024 . Actualizado a las 12:30 h.La Semana Santa de Viveiro «fue buena, pero menos buena de lo esperado» en cuanto a nivel de ocupación hotelera se refiere. El gerente del Hotel Thalasso Cantábrico Las Sirenas, el alojamiento turístico con más capacidad del municipio, José Manuel Pereira, explica que el mal tiempo, especialmente el que anunciaban las predicciones, puesto que finalmente solo hizo malo o llovió en momentos puntuales, provocó que no se alcanzase el lleno. Esos pronósticos, comentó, redujeron hasta en un 15% las reservas de última hora. «El tiempo sí penalizó en la venta de última hora porque las previsiones meteorológicas eran horribles», indica. De ahí que su negocio se quedase en el 85% de ocupación. En cuanto a la procedencia de los visitantes, apuntó, buena parte se desplazaron desde otros puntos de Galicia, así como de Asturias, Cantabria, País Vasco, Madrid y Castilla y León. También hubo huéspedes procedentes de Andalucía, mientras que la presencia de extranjeros en estas fechas fue mínima.
La alcaldesa de Viveiro, María Loureiro, por su parte, celebró el «éxito» de la Semana Santa, y destacó las gestiones realizadas por el Concello para garantizar la seguridad «dada a situación excepcional da Policía Local», cuya plantilla está de baja en su totalidad. Puso en valor las gestiones realizadas con la subdelegada del Gobierno en Lugo, además de la Xunta de Seguridade. Agradeció la labor de Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Autonómica, Protección Civil y Bomberos.
José Veiga Golpe, presidente de la Xunta de Cofradías: «Con la ayuda de la Xunta y Abanca hubo que pagar deudas que quedaron al no dar el Concello la ayuda del 23»
El Concello de Viveiro no ha pagado aún a la Xunta de Cofradías de la Semana Santa la ayuda de 25.000 euros que había comprometido para el 2023. Un hecho que podría hacer peligrar futuras subvenciones de la Xunta de Galicia, como destaca el presidente del organismo, José Veiga Golpe. «Con los primeros 18.000 euros que nos dieron la Xunta y Abanca de la ayuda de 50.000 euros que nos concedieron para este año, tuvimos que pagar deudas que quedaron al no dar el Concello la ayuda del 2023. Y eso es un problema a la hora de justificar el gasto para que nos den los 32.000 euros restantes, para los que tuvimos que pedir un crédito», indica, y señala que hubo que reducir la cifra de programas editados (de 15.000 a 5.000), libros-pregón (de 3.500 a 2.300) y carteles. «Mucha gente quedó sin ellos», apunta Veiga, que agradece el esfuerzo de las bandas Naval, Misericordia y Tau, que redujeron su caché en un 50% por la falta de ayuda municipal. También expresa su gratitud hacia la brigada de obras municipal, así como hacia Policía Nacional, Protección Civil y Guardia Civil.