La histórica fábrica de IPV de A Pontenova volverá a abrir

José Francisco Alonso Quelle
JOSÉ ALONSO A PONTENOVA / LA VOZ

A MARIÑA

Carlos Florentino Gavino Santiso

Tras fracasar la subasta de los bienes de la empresa y con sus 30 empleados en el paro, ha sido adquirida por 350.000 euros

12 abr 2013 . Actualizado a las 07:04 h.

La histórica fábrica de vehículos especiales IPV de A Pontenova, que este año cumpliría medio siglo de existencia, volverá a producir, ya que ha sido adquirida por la filial española de un grupo internacional que desarrolla parte de su actividad en Venezuela. Desde un principio se había apuntado a un posible comprador de ese país, por los contactos comerciales que entabló IPV en los últimos años con Venezuela, de donde recibió varios encargos, por ejemplo, para el metro de Caracas. Sin embargo, esta posibilidad no fructificó y la liquidación de la empresa concluyó con los 30 empleados en paro y con un fracaso rotundo en la subasta de los bienes, en donde solo se logró vender una furgoneta.

El 21 de marzo todos los activos de IPV, incluyendo las propiedades inmobiliarias, los vehículos, la maquinaria, las herramientas e incluso las patentes de los todoterreno que fabricaba salieron a subasta en el Mercantil de Lugo, divididos en lotes, por un montante total de 3.680.091 euros. De haberse recaudado todo el dinero tampoco se habría cubierto la deuda que tiene IPV, que ronda los 5,5 millones.

Autorización judicial

Ahora la adquisición de todo ello, que ya ha sido aceptada por los administradores judiciales y autorizada por el juzgado, se ha cerrado por 350.000 euros y con el compromiso, según las fuentes consultadas, de ir incorporando poco a poco al personal de la antigua IPV, conforme haya carga de trabajo. La fábrica producirá bajo una nueva razón social y mantendrá la misma producción de vehículos especiales. Al parecer, hay buenas expectativas para exportar a Venezuela.

De momento apenas hay información sobre la reciente compra, aunque desde hace unos días por A Pontenova circulaban rumores en ese sentido.

IPV estaba participada en un 40% por Xesgalicia, una sociedad de capital riesgo de la Xunta que inyectó dinero hace años a la fábrica para evitar, ya entonces, su cierre. Otro 53% del accionariado correspondía a Equipamientos Europeos, que formaban Xesgalicia y Argabi.

Pero con la crisis y sin pedidos de la administración, con más sombras que luces los intentos de reflotar IPV fracasaron, hasta llegar al momento actual y la liquidación, en que definitivamente se dio por cerrada y desaparecida. Sin embargo, la fábrica pontenovesa volverá a producir vehículos, aunque bajo otra razón social y quizás otro nombre. Era la última esperanza de los trabajadores.