El Puente de los Santos cumple 25 años

José Francisco Alonso Quelle
JOSÉ ALONSO RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

El Puente de Los Santos, el día de la inauguración, con vecinos caminando sobre él
El Puente de Los Santos, el día de la inauguración, con vecinos caminando sobre él FOTO MIGUEL

La obra supuso un hito de ingeniería, batió récords mundiales y unió Asturias y Galicia

22 jul 2012 . Actualizado a las 07:04 h.

Un 29 de julio, hace 25 años, se inauguraba una de las infraestructuras más trascendentales de la reciente historia de la costa de Lugo, el Puente de los Santos. Con ello se ponía el punto y final a un hábito de varios siglos: cruzar la ría ribadense, de una comunidad a otra, en lancha. Los lancheros quedaron relegados a reclamo turístico. Con los poco más de 600 metros del puente se evitaba también dar un rodeo de unos treinta kilómetros para ir de Asturias a Galicia. Se acababa además la polémica que supuso su construcción. Hoy en día la imagen del puente forma parte de la ría. Difícil resulta concebir Ribadeo sin su puente.

Pero hubo mucha más repercusiones, económicas, sociales... Fue todo un acontecimiento del que el próximo domingo se cumplirán 25 años y que está pasando desapercibido, sin que a estas alturas los ayuntamientos de Castropol o Ribadeo tengan previsto organizar alguna actividad para rememorarlo. En esta página se reproducen algunas de esas imágenes que forman parte de la historia de A Mariña y del Occidente astur, del archivo de miles de fotos que tiene ?siguiendo todo el proceso de construcción? Foto Miguel. Además, el puente no pasa por su mejor momento, porque no luce por las noches ya que los ayuntamientos de Castropol y Ribadeo han decidido no pagar la luz y Fomento considera que no le corresponde.

Para la historia quedan muchos datos de un puente que sentó precedentes de ingeniería y batió récords mundiales, tanto en su gestación como al ser desdoblado en autovía. Siempre estará vinculado al expresidente del gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo, bajo cuya presidencia se autorizó. La construcción duró cuatro años. Se emplearon 600 kilómetros de cables; 2.164.000 kilos de acero, y 17.600 metros cúbicos de hormigón. La cimentación fue todo un problema y para llegar a la roca hubo que perforar hasta los 61 metros en uno de los pilares. La obra se adjudicó en la primavera de 1983 con un presupuesto de 822 millones de pesetas, pero su coste final por problemas de cimentación fue de 1.141 millones de pesetas.