Rumanía y Bulgaria cargan contra Sarkozy por la expulsión de gitanos

Isabelle Wesselingh BUCAREST | AFP

INTERNACIONAL

Bucarest teme «reacciones xenófobas» en Europa y el presidente rumano reclama un plan europeo de integración de los ciudadanos expulsados. La CE advierte de que vigilará las deportaciones de unas 700 personas que se inician hoy

19 ago 2010 . Actualizado a las 16:59 h.

Pese a las numerosas críticas tanto dentro como fuera de Francia, el Gobierno de Nicolas Sarkozy inicia hoy la repatriación de unos 700 gitanos rumbo a Rumanía y Bulgaria. La Comisión Europea anunció ayer que seguirá «muy atentamente» que París «cumpla las reglas» del derecho comunitario durante la expulsión de los inmigrantes de etnia romaní, mientras el ministro de Asuntos Exteriores rumano, Teodor Baconschi, mostró su temor a «reacciones xenófobas» contra sus ciudadanos en Europa.

«Expreso mi preocupación por los riesgos de derrape populista y de reacciones xenófobas en un contexto de crisis económica», declaró Baconschi a Radio France Internationale. «Si intercambiamos acusaciones o criminalizamos colectivamente a grupos étnicos [...], en lugar de encontrar soluciones, generamos tensiones», agregó.

«La mayor deportación»

Para el diario opositor búlgaro Sega , «está todo listo para llevar a cabo la mayor deportación oficial en Europa desde la Segunda Guerra Mundial», la cual podría afectar a «miles de personas». La experta en la comunidad romaní en Europa del Este en la Academia de Ciencias búlgara, Ilona Tomova, afirmó estar «entristecida al ver que Francia, símbolo de la democracia [...] echa una mano a quienes mancillan» a los cíngaros.

Francia prevé repatriar «antes de fin de mes» a unos 700 gitanos indocumentados a Rumanía y Bulgaria en el marco de un plan de «regreso voluntario», una decisión que agudizó también en Francia la polémica sobre la política de seguridad del Gobierno de Sarkozy.

Setenta y nueve gitanos, que aceptaron acogerse al plan de ayuda a su «regreso voluntario» de 300 euros por adulto y 100 por menor, serán repatriados hoy desde Francia a Bucarest. En total, en los próximos días Rumanía recibirá a 371. Otros 132 llegarán mañana, mientras que los restantes 160 lo harán el próximo jueves.

El presidente rumano Traian Basescu declaró el jueves que «lo que está ocurriendo en París», con la expulsión de gitanos, «prueba la necesidad» de un programa europeo de integración. «Lo que está ocurriendo en París prueba que debemos tener un programa de integración a nivel europeo de ciudadanos» de origen gitano, declaró Basescu a periodistas. «Rumania ha solicitado desde el 2008 la realización de un programa de integración de los gitanos a nivel europeo», recalcó Basescu.

La cruzada del presidente

Unas 400.000 personas, francesas en un 95%, forman parte de la comunidad gitana en Francia. El resto está formado por personas de origen búlgaro, rumano y de otros países balcánicos, cuyo número va en constante aumento, según el Gobierno. En julio, Sarkozy afirmó que los disturbios callejeros que se produjeron tras la muerte de un joven gitano, a manos de un gendarme, mostraban «los problemas que plantea la conducta de algunos gitanos». El presidente anunció entonces una «verdadera guerra» contra la «criminalidad» y amenazó con despojar de la nacionalidad a los inmigrantes delincuentes.

Poco después, tras una polémica reunión sobre la comunidad gitana, en la que participaron altas autoridades francesas, el Gobierno afirmó que la mitad de los campamentos ilegales de esa etnia en Francia serían desmantelados en tres meses. La ONU criticó con severidad a Francia por establecer una relación entre inmigración e inseguridad, mientras que la izquierda francesa acusó al Ejecutivo de derechas de promover el «racismo de Estado».