Un terremoto reduce a escombros la capital de Haití

Efe

INTERNACIONAL

El seísmo, de siete grados en la escala de Richter, podría haber dejado miles de víctimas.

20 ene 2010 . Actualizado a las 22:52 h.

El caos reina hoy en Haití, donde se temen consecuencias catastróficas del devastador terremoto que sacudió ayer el país, al tiempo que la ayuda internacional se moviliza con rapidez para ayudar a las víctimas, cuyo número sigue siendo una incógnita.

El terremoto, de 7 grados en la escala de Richter y con epicentro a sólo 15 kilómetros de Puerto Príncipe, ha causado importantes destrozos en la capital, donde al menos cien edificios se han derrumbado y donde miles de personas podrían permanecer bajo los escombros, mientras se teme que una elevada cifra de muertos.

El presidente de Haití René Préval teme que sean miles los muertos, según consignó este miércoles a la prensa de Estados Unidos al tiempo que solicitó ayuda internacional.

El Palacio presidencial y la sede de la misión de la ONU en Haití (MINUSTAH) se han visto gravemente dañados por el seísmo, aunque debido a los problemas en las comunicaciones los datos sobre la situación en el país se van conociendo con mucha dificultad.

El ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, dio hoy por muerto al jefe de la MINUSTAH, el tunecino Hedi Annabi, al tiempo de que advirtió de que no se tienen noticias de más de 200 de los huéspedes que ocupaban el hotel de lujo «Le Montana» en la capital.

«Por desgracia el edificio de la ONU se derrumbó y parece que todos los que estaban en él, incluido mi amigo Annabi, enviado especial del secretario general de Naciones Unidas, y todos los que estaban con él están muertos», afirmó Kouchner en la radio RTL.

Varios soldados de la MINUSTAH procedentes de China, Uruguay y Jordania están desaparecidos y podrían haber fallecido, mientras otros países presentes en la misión están a la espera de confirmar el estado de sus efectivos.

Francia, antigua metrópoli en Haití, cuenta con una importante colonia de unos 1.400 ciudadanos en ese país.

«Mucha gente está huyendo de la capital y eso dificulta que llegue la ayuda. Tenemos que controlar la llegada de la ayuda para evitar que se convierta en una nueva catástrofe», dijo Kouchner, ex presidente de Médicos Sin Fronteras y especialista en crisis humanitarias.

Las réplicas del sismo, de entre 4,5 y 5,9 grados en la escala de Richter, continúan hoy con cierta frecuencia y podrían seguir produciéndose «durante unos días más», según el Servicio Geológico de EEUU (USGS), que no descarta la posibilidad de un nuevo terremoto.

Los temblores han afectado tanto las modestas casas de madera como a los edificios más modernos de Puerto Príncipe y están complicando las tareas de rescate, mientras llegan los primeros equipos enviados por la comunidad internacional, que ha comenzado a movilizarse rápidamente.

Ayuda internacional

La vecina República Dominicana y EE.UU. fueron los primeros en solidarizarse con los haitianos, dando lugar a una cadena de apoyo que ha ido creciendo de forma espectacular a medida que pasaban las horas y que incluye a gobiernos, organismos y organizaciones no gubernamentales (ONG).

Venezuela, Puerto Rico, Nicaragua, Honduras, Colombia, Panamá, México, Chile, Reino Unido, Alemania, Suiza, Italia, Francia, España, Israel, Sudáfrica, Brasil y China son algunos de esos países.

A las primeras peticiones de ayuda lanzadas por el Gobierno haitiano y la Organización de Estados Americanos (OEA) se sumó hoy la de Benedicto XVI, que llamó «a la generosidad» de la comunidad internacional «ante la dramática situación» en Haití.

Los daños en las infraestructuras entorpecen la distribución de la ayuda humanitaria y es «demasiado pronto» para dar un balance de víctimas, informó hoy la portavoz de la Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU, Elizabeth Byrs.

Las prioridades son el rescate de las personas atrapadas bajo los escombros, resolver la falta de agua y de lugares temporales de refugio así como los problemas de saneamiento básicos para evitar epidemias, señaló Byrs.