Polonia celebra el 70 aniversario de la II Guerra Mundial en plena tensión con Rusia

Paco Soto

INTERNACIONAL

Veintidós jefes de Estado y de Gobierno, entre los que no estará Zapatero, asisten en Gdanks este martes a los actos de recuerdo del inicio de la contienda.

31 ago 2009 . Actualizado a las 20:35 h.

El 1 de septiembre de 1939, pocos días después de la firma del pacto Ribbentrop-Molotov por el cual la Alemania de Hitler y la URSS de Stalin se comprometían a no agredirse, Polonia fue invadida por las tropas del III Reich. Sólo 17 días después, la URSS invadió el este del país con la excusa de hacer frente a la agresión nazi. Polonia alberga este martes, en la ciudad de Gdansk (norte del país), los actos por el 70 aniversario del inicio de la II Guerra Mundial, y lo hará sin haber superado su genetic resquemor hacia Moscú.

Veintidós jefes de Estado y de gobierno asistirán a la ceremonia. Entre ellos, el presidente de la Federación rusa, Vladimir Putin; la canciller alemana Angela Merkel, y los primeros ministros de Francia, Italia y Ucrania, François Fillon, Silvio Berlusconi y Yulia Timoshenko, respectivametne. La representación de Estados Unidos quedará en manos del secretario de Defensa, William Perry, y del consejero de Seguridad Nacional, James Jones, lo que ha causado malestar entre los gobernantes polacos. El president español, José Luis Rodríguez Zapatero, tampoco viajará a Gdansk.

El dirigente más esperado a la cita es Putin porque dirige los destinos de un país que desde los tiempos remotos de los zares hasta la actualidad ha mantenido una relación tormentosa con Polonia, país que, veinte años después del hundimiento del socialismo real, aún no se ha recuperado de las heridas causadas por los avatares de la historia. Las continuas invasiones rusas y la soviética al acabar la Segunda Guerra Mundial siguen presentes en la menoria colectiva polaca.

Para la mayoría de los historiadores polacos, la intervención soviética en Polonia no tuvo como objetivo liberar el país del yugo nazi, sino derrocar a la Alemania de Hitler para controlar el territorio y convertirlo en satélite de los intereses de Moscú, como así sucedió después de la Segunda Guerra Mundial en los Acuerdos de Yalta. «Polonia quiere celebrar el 1 de septiembre de 1939 para que esta fecha quede grabada en la memoria de los polacos como el mayor cataclismo del siglo XX contra Polonia, provocado por la Alemania nazi y la Rusia soviética», según el primer ministro polaco, el liberal Donald Tusk. Sus tesis, que tienden a equiparar los crímenes del nazismo con los del comunismo estalinista, es aceptada por la mayoría de los polacos, pero rechazada sin contemplaciones por los dirigentes del Kremlin y fuente de tensión entre Moscú y Varsovia.

Crispación

La celebración del inicio de la Segunda Guerra Mundial llega por tanto en un contexto de enorme crispación entre Varsovia y Moscú, esta vez debido a la difusión por parte rusa de seudoinformaciones que relativizan el pacto de no agresión entre Hitler y Stalin y acusan a Polonia de haber llegado a un acuerdo con la Alemania nazi para agredir a la URSS. Esta visión de los hechos fue difundida por la televisión pública rusa en cuatro ocasiones a través de un documental de dudoso rigor histórico. A pesar del descontento en la opinión pública polaca, el Gobierno de Tusk prefirió no reaccionar y está a la espera de lo que declare Putin en la celebración de Gdansk.

El Ministerio de Defensa ruso también publicó en su página web el artículo de un historiador que acusa a Polonia de haber provocado la Segunda Guerra Mundial. El Servicio Ruso de Información Exterior (SVR) ha anunciado que difundirá próximamente «documentos inéditos» sobre el comportamiento de Polonia durante la guerra. Así las cosas, los medios polacos agitan a la sociedad desde hace días en contra de lo que consideran «provocaciones» de Moscú.

La cúpula dirigente rusa responde con mensajes contradictorios.

El presidente Dimitri Medvédev rechaza con contundencia la equiparación de la responsabilidad de la Alemania nazi y de la URSS en el desencadenante de la Segunda Guerra Mundial, mientras que Putin asegura que está dispuesto a dialogar con Varsovia para superar las desavenencias del pasado.

Putin firma un artículo publicado hoy por el diario polaco 'Gazeta Wyborcza' en el que asegura que quiere «pasar la página» de la guerra, porque «nuestro deber con los muertos y la historia es hacer todo lo posible para que las relaciones ruso-polacas se liberen del peso de la desconfianza y la parcialidad que hemos heredado».