Zelaya promete que intentará de nuevo regresar a Honduras

Marcela Valente

INTERNACIONAL

Desde El Salvador pide a los golpistas «que no repriman al pueblo»

07 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Si no fuera porque el presidente destituido Manuel Zelaya advirtió que hará un segundo intento de retornar a Honduras, la crisis en este país centroamericano parecía ayer entrar en un impás, debido a la tenacidad del Gobierno de facto, que se blindó ante la unánime condena internacional al golpe y se resiste a dar marcha atrás.

El presidente declaró además a la venezolana Telesur que se reunirá con la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, para pedirle que asuma una posición más clara ante el golpe de Estado en su país.

Zelaya, derrocado por un golpe cívico militar, intentó regresar a su país el domingo. Pero los golpistas colocaron coches y otros vehículos en la pista y el avión que llevaba a Zelaya junto al presidente de la Asamblea General de la ONU, el nicaragüense Miguel D'Escoto, debió dirigirse a Nicaragua para terminar en El Salvador. Allí, junto a otros mandatarios latinoamericanos, Zelaya pidió a los golpistas que «dejen de reprimir al pueblo» tras las refriegas en el aeropuerto que derivaron en la muerte de dos manifestantes.

Desde El Salvador, Zelaya hizo un llamamiento a las Fuerzas Armadas de Honduras «a bajar sus rifles. Les suplico. Les ordeno que no repriman al pueblo hondureño». El mandatario dijo que volverá a intentar regresar: «Vamos a buscar cómo entrar en el país mañana o pasado».

Para Zelaya, la actitud de los golpistas que impiden su retorno «debe preocupar a los demás presidentes». «En el siglo XXI nos negamos a aceptar que ocurra esto a un presidente democrático», sostuvo.

Desde Francia, el presidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva, le dio la razón. «No es posible aceptar más golpes en América latina», señaló.

El Gobierno de Michelle Bachelet condicionó ayer la permanencia en Chile del embajador de Honduras, Francisco Martínez, luego de que este apoyara el golpe. «No aceptamos representantes del Gobierno de facto de Honduras», dijo.

El secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, indicó que el golpe en Honduras «pone en cuestión las relaciones» de toda Europa con este país y ha frenado el acuerdo de asociación con Centroamérica que se preveía cerrar en el 2010.