Los periódicos cambian de bando

Victoria Toro

INTERNACIONAL

Obama recibe el apoyo editorial de 234 diarios, con una audiencia global de 21 millones de lectores, frente a los 105 que se decantan por el republicano McCain

01 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

«Tiene todas las posibilidades de convertirse en un gran presidente». Lo afirmaba el editorial del Washington Post del pasado 17 de octubre en referencia a Barak Obama, el candidato al que en ese mismo artículo ofrecía su apoyo y para el que pedía el voto a sus lectores. Que un periódico apoye explícitamente a uno u otro candidato a la Casa Blanca es normal en la política estadounidense. Lo que ya no es tan normal es que uno de los contendientes reciba las bendiciones de la mayoría de los medios, independientemente de la trayectoria política de estos. Y esto es lo que está ocurriendo en la actual campaña.

Según los datos de la encuesta realizada por la publicación profesional Editor Publisher , Obama cuenta con el respaldo de 234 diarios, frente a los 105 que se inclinan por McCain. Y si esa cifra es una victoria aplastante en sí misma, se queda corta cuando se observa la difusión. Los que apoyan a Obama tienen más de 21 millones de lectores; los que están a favor de McCain, siete. La situación es mucho más clara que en la campaña anterior. En el 2004, el representante demócrata, John Kerry, también ganaba en cuanto a apoyo de los medios, pero solo por 213 contra los 205 que defendían a George W. Bush.

Entre las 234 publicaciones periódicas que esta vez prefieren al candidato afroamericano están algunos de los grandes rotativos liberales que tradicionalmente han apoyado a los demócratas: Los Angeles Times o The New York Times, aunque no hay que olvidar que este último se puso a favor de Hillary Clinton en las primarias frente a Barak Obama.

La posición del New York Times era la esperada. La que no lo era de ninguna forma es la del gran diario de la ciudad de Obama, el Chicago Tribune , que ha mostrado su preferencia por un demócrata por primera vez en sus 161 años de historia de tradicional defensa de los republicanos. Y eso mismo ocurre con otros medios del también muy republicano estado de Tejas, en el que tres de los cinco grandes apoyan al demócrata.

Otros no han cambiado de bando tan claramente, pero han pasado de ser activos partidarios de Bush en el 2004 a no defender a nadie en el 2008. El más comentado es el caso del Indianapolis Star, editado en el estado clave de Indiana y tradicional en las filas republicanas, que no ha apoyado a McCain, como se esperaba.

Hay estados en los que literalmente el senador por Illinois barre al representante de Arizona. El caso más llamativo es el de Nueva York, donde Obama tiene el apoyo de trece cabeceras y McCain, solo el de una. El único medio que se ha puesto del lado republicano en la Gran Manzana es el New York Post , un diario popular editado por el magnate Rupert Murdoch.

También llama la atención que en Alaska, donde es gobernadora Sarah Palin, solo un medio se haya pronunciado, el Anchorage Daily News, y haya sido para ponerse del lado del demócrata. Lo mismo ha ocurrido en Arizona, el estado por el que es senador McCain. En este caso, el The Arizona Republic defiende al republicano.

La actuación de las cadenas de televisión es muy diferente, ya que no muestran sus preferencias de forma explícita. Y si bien muchas de ellas, la Fox en primer lugar, son consideradas como de orientación conservadora, eso no se ha plasmado hasta el momento en la petición de voto para ninguno de los participantes en la campaña.

Eso no quiere decir que no se opine. En las grandes cadenas se han oído en las últimas semanas críticas contra determinados aspectos de los programas electorales o sobre la idoneidad de cada uno de ellos para la tarea que le espera al ganador. Estas críticas han estado más frecuentemente dirigidas hacia McCain, lo que ha llevado a sus asesores a quejarse públicamente. Pero el que se ha vuelto a llevar el gato al agua en este medio ha sido, una vez más, Obama. Aunque eso sí, con un desembolso muy importante para dominar el horario estelar.