Polonia se blinda al convertirse en frontera exterior

La Voz

INTERNACIONAL

21 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Para integrarse en el espacio Schengen, los nueve países que acaban de incorporarse al Tratado han debido cumplir dos requisitos.

Por un lado, conectar sus bases de datos policiales al Sistema de Información Schengen (SIS), un archivo electrónico que incluye todos los datos de las personas buscadas, desaparecidas o con prohibición de estancia en algún país, así como un registro de bienes robados, especialmente vehículos, armas, documentos de identidad y divisas.

Además, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia y Malta han debido ofrecer pruebas de que pueden garantizar la seguridad de sus fronteras exteriores, que se convierten desde ahora en las del espacio Schengen. Para ello han recibido apoyo financiero y técnico de la Unión Europea, al objeto de instalar los dispositivos y protocolos adecuados para el control de la inmigración irregular en sus fronteras terrestres, así como en sus principales puertos y aeropuertos.

Asia, Rusia y Ucrania

La adhesión a Schengen ha tenido especial importancia para Polonia, que se convierte desde hoy en la primera frontera europea con Rusia, Ucrania y Bielorrusia, países por donde se producían hasta ahora la mayoría de las entradas irregulares en la UE de ciudadanos llegados de países asiáticos y de Estados de la Europa del Este ajenos a la Unión. De hecho, Polonia anunció ayer que permitirá a la policía de Alemania, la República Checa y Eslovaquia entrar en su territorio para perseguir y, en su caso, detener a posibles delincuentes.

Pero no solo Polonia ha tenido que reforzar sus fronteras: también lo han hecho Eslovenia, que ha cerrado decenas de pasos hacia la vecina Croacia y ha destacado allí a 2.000 policías, y Hungría, que comparte 600 kilómetros de frontera con Croacia, Serbia y Ucrania.