La ultraderecha suiza se refuerza tras su triunfo en las legislativas

Patrick Baert

INTERNACIONAL

22 oct 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

La ultraderecha suiza reforzó ayer su liderazgo parlamentario al obtener cerca del 28,8% de los votos en las elecciones legislativas, de las que salen malparados los socialistas en beneficio de los Verdes.

La Unión Democrática de Centro (UDC), un partido nacionalista y xenófobo que basó su campaña en la expulsión de las «ovejas negras» extranjeras, creció dos puntos respecto a los últimos comicios legislativos del 2003, cuando se convirtió en el primer partido suizo.

El resultado en las urnas es aún mejor del esperado. La UDC del multimillonario ministro de la Policía, Christoph Blocher, obtuvo 62 de los 200 escaños del Consejo Nacional (Parlamento), siete más que en el 2003, según el escrutinio oficial. «Es el mejor resultado de un partido desde 1919», dijo el vicepresidente de la UDC, Yvan Perrin, a la cadena TSR1, tras una campaña inusual en el pacífico país alpino, con una fuerte agresividad entre los políticos e incidentes en las calles de Berna.

Su inmediato seguidor, el Partido Socialista (PS), el único de izquierda en el Ejecutivo colegiado, sufrió una fuerte derrota al obtener solo 43 escaños, nueve menos que en el 2003. También sufre un fuerte retroceso el histórico Partido Radical (centro derecha), fundado en 1948 al tiempo que la Confederación Helvética, y que perdería cinco escaños, quedando en 31, mientras el Partido Demócrata Cristiano ganaría tres, quedándose también en 31.

Avance de los Verdes

Por el contrario, los dos partidos ecologistas logran un gran avance y llegan a 21 diputados, ocho más de los que tenían.

La UDC, fiel a su credo xenófobo y antieuropeo, llevó a cabo una campaña hostil contra los extranjeros. Las acusaciones de racismo, alimentadas por el anuncio de la oveja negra, no le ha costado votos al partido de Blocher. Su cantera electoral está entre la población rural de las regiones alemanas.

Su clara victoria en las urnas podría conllevar una reestructuración del sistema de gobierno suizo, único en el mundo, en el que izquierda y derecha comparten los ministerios desde hace medio siglo. Los detractores de Blocher lo acusan de haber radicalizado su discurso y de no haber respetado la tradición suiza del consenso gubernamental desde su llegada al Ejecutivo en el 2003.

Objetivo real

Tras conocerse los primeros resultado, el presidente de la UDC, Uli Maurer, aseguró que su partido no deseaba excluir a los socialistas del futuro Gobierno, pero varios analistas consideran que el objetivo real de esa formación es formar una coalición con la derecha. Uno de los aspectos señalados como clave para entender el voto a los extremos es que tanto la UDC como los verdes han presentado a la ciudadanía propuestas concretas sobre temas que le interesan, algo que no habrían hecho las otras tres formaciones.

La radicalización del debate político movilizó en todo caso a un país marcado en los últimos años por el buen desempeño de su economía.

La participación electoral fue del 47,6%, la mejor desde el año 1983.