«Compré barcos a Gorbachov»

rodri garcía A CORUÑA / LA VOZ

LUGO

Pasó de vender unos hierros en Betanzos a traer buques de Rusia y Canadá

12 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Sus recuerdos suenan a castellano viejo: «Íbamos con un carro vendiendo pieles por La Bañeza y nos quedábamos en los mesones y las posadas». Eran los años de arriero de un hombre nacido en Roperuelos del Páramo (León) hace 87 años y que data el inicio de su negocio en Galicia: «Empecé el día 1 de enero de 1950, cuando fui a la feria de Betanzos a vender unos hierros». Ahora «tenemos la única planta fragmentadora de chatarra y coches que hay en Galicia para moler chatarra y ahí tratamos 10.000 toneladas al mes». El despacho de Francisco Mata -«aquí vengo de visita porque esto lo llevan mis hijos y mis nietos»- está en un almacén desde el que vio como ardía el Urquiola en la bahía de A Coruña hace 35 años. Más tarde lo desguazó en Ferrol: «Tuvimos que llevarlo con flotadores, fue una aventura». Decenas de barcos fueron transformados por la empresa de Mata, que tiene 55 trabajadores, «pero llegamos a tener 85 hombres».

-¿Cómo empezó a comprar barcos en Rusia?

-En la base naval de Múrmansk había cientos y cientos de barcos viejos. Cuando estaba de presidente Gorbachov, aquel de la mancha, su mujer fue a la base y les preguntó por qué en lugar de hundir los barcos de guerra en el mar no los vendían, que había un español, que era yo, que los compraba. Fueron los primeros barcos que se vendieron en el régimen comunista.

-¿Cómo los trajo?

-Les compré dos fragatas de guerra y una se me metió en las islas, en Noruega, que se llevaba mal con los rusos, y no me ayudaron a recuperarla. Estuve tres veces en Rusia y entonces estaban muy mal, no tenían ni bolígrafos, pero armas sí, muchísimas. Cuando los llevamos a Ferrol, los de la Marina me pidieron que no los desguazara antes de verlos, pero no tenían nada de interés, estaba todo desmantelado. También trajimos mercantes, pero los que eran muy buenos eran las centrales eléctricas, que tenían mucha manguera de cobre.

-¿Ahora compran cobre?

-Solo si está documentada su procedencia. Si tenemos dudas no compramos y a veces hay gente que se marcha enfadada, e incluso amenazando, cuando no les compramos.

-También trajo barcos de Canadá, ¿no?

-Les llamaban los lagueros. Los usaban para el transporte de carbón por los Grandes Lagos, tenían más de 200 metros de eslora, eran muy planos y muy frágiles. Les compramos también a los americanos, pero aquellos barcos no tenían metales, aunque sí mucho hierro.

-Por lo que cuenta, le apasionan las máquinas.

-Tengo que aclarar una cosa: Soy ambicioso pero no avaro. Siempre me gusta ir por delante y soy amigo de la mecanización al máximo. Tenemos una planta de 2.500 a 3.000 caballos de potencia, una prensa de coches de 22 toneladas y luego prensamos todos los botes de bebidas que nos envían desde Sogama. ¡Mucho se bebe en Galicia! Nos llegan miles y miles de botes. Este era un trabajo muy manual y muy sucio pero ahora hay que atender todas las exigencias de Sanidad y de Medio Ambiente; de eso se encarga un nieto.

-¿Qué tal los trabajadores?

-Puede preguntar. Todos llevan muchos años, 30, 35, 37 y José Buyo, que es el más antiguo, 47. Cuando trabajaba siempre comía con ellos y en Ferrol estuvimos comiendo en el Lepanto durante 17 años.

francisco mata chatarrero