El gobierno asegura que el bipartito ya había iniciado esta solución
27 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La reanudación de la construcción en Barreiros está más cerca desde ayer. Tal y como estaba previsto, el Consello do Goberno da Xunta aprobó el «Plan sectorial para a mellora e ampliación das infraestruturas de saneamento, abastecemento e rede viaria no Concello de Barreiros». Es un paso más, casi definitivo, para que el ladrillo comience a moverse. Pero para ello habrá que esperar a que la Xunta retire los contenciosos que pesan sobre medio centenar de licencias y, con ello, se levante la orden judicial de suspensión cautelar de las obras. Eso es lo que ahora los promotores esperan que ocurra en unos días.
El plan prevé la ejecución de obras por valor de 14 millones de euros para dotar de servicios a los solares donde se otorgaron las licencias, en San Cosme, San Miguel, San Pedro y Reinante. Las financiarán la Xunta (40%), la Diputación (10%) y el Concello de Barreiros (50%); en este caso con la aportación mayoritaria que harán los promotores.
La Xunta recalcó que el convenio cumple escrupulosamente la legalidad para superar «un escenario de incerteza». Y recuerda que la anterior Xunta era consciente del problema creado, ya que dio los primeros pasos para elaborar un convenio en la línea del que ahora se aprobó.
Causas y consecuencias
¿Qué supone el acuerdo rubricado ayer por la Xunta? Más allá de acometer obras por valor de 14 millones de euros es, en definitiva, la justificación que necesitaba la administración autonómica para retirar los contenciosos presentados por el anterior gobierno de la Xunta (PSOE-BNG) contra medio centenar de licencias de obra concedidas por el Concello. Y al tiempo, lo que resulta acuciante para poder recuperar de algún modo las ventas, que se anulen los apuntes que hay en el Registro de la Propiedad advirtiendo a posibles compradores que sobre los inmuebles pesa un contencioso pendiente.
Retirar los contenciosos era algo a lo que, en cierta medida, la Xunta parecía abocada. Y es que los constructores tienen un poderoso as en la manga: la licencia de obra que les otorgó el Concello de Barreiros y que la Xunta, en primera instancia, no revocó. Que les mandasen después parar las obras o que ni siquiera pudiesen iniciarlas por orden del juzgado no impide que ellos dispongan de la perceptiva licencia de obra y, por lo tanto, puedan reclamar al Ayuntamiento una indemnización por las pérdidas ocasionadas y el lucro cesante. Como hablamos de unas tres mil viviendas, ello abocaría al Concello a una quiebra técnica, a la bancarrota, por lo cual la Xunta se podría tener que hacer cargo de las indemnizaciones.