La producción y comercialización de sidra puede ser una alternativa económica tanto para Lugo como para Galicia. Así lo creen los investigadores María Belén Díaz y Santiago Pereira, quienes dirigen un proyecto consistente en elaborar sidra con distintos tipos de manzanas autóctonas para ver «qué puede aportar a una mezcla completa una determinada variedad», explican. En este proyecto están probando seis variedades: rabiosa de Callobre, verdes, bruneda, peros, negras y jamardo. Las tres últimas son de Chantada.
«Asturias compra en Galicia no solo por la cercanía y el precio, sino que también lo hace por la calidad. Con una materia prima excepcional, lo lógico es intentar abrir esta posibilidad», señalaron Díaz y Pereira. Desde que comenzaron con el proyecto «Estratexias para mellorar a produción e comercialización da sidra galega» han elaborado muestras de tres cosechas: una de mil litros en el 2008, de 500 litros en el 2009 y varias de 20 litros en el 2010.
De momento, solo han catado la primera -que fue más bien un estudio preliminar dado que el proyecto empezó a finales de año- y afirman que es «muy pronto» para hablar de resultados o de qué variedad es mejor. María Belén Diaz explica que «estamos haciendo sidras monovarietales, que luego no se pueden comercializar, pero que nos permiten ver el patrón y cómo se comportan».
Los parámetros que analizan son, en primer lugar, «cómo es al escanciarla, cómo abre y espalma». Después, los aromas, el color o los niveles de acidez, astringencia, dulzor o amargor en la boca. Por último, se hace una valoración global.
Época de recogida
Aparte de las características de la bebida, los investigadores están analizando si la época de recogida puede influir en el producto final. «Partimos de la hipótesis de que la manzana se está recogiendo bastante inmadura, y estamos mirando si hay un comportamiento diferente si la fruta se recoge un poco más o menos madura», señalaron.
La Xunta ha financiado con 85.000 euros el proyecto, que terminará a finales del 2011. «Pero tiene que continuar con otras manzanas», dijo Díaz poco antes de que Pereira matizara que «la IXP de la castaña se consiguió 20 años después de la realización de trabajos como este, que debe seguir».