«En Galicia aún se mantiene el carácter social de la caza»

Cristina López

LUGO

Heredó de su padre la afición a cazar y cree que es compatible con el respeto al medio

23 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Biólogo, cazador y pescador por tradición familiar desde que era niño, Juan Delibes de Castro (Valladolid, 1956) heredó de su padre, el escritor Miguel Delibes, la afición por la caza y la pesca, actividades alrededor de las que gira gran parte de su intensa labor profesional. Dirigió la revista Trofeo y fue también el impulsor, en 1993, del lanzamiento de otra revista: Trofeo Pesca, de la que fue director durante los cinco primeros años. Es asimismo colaborador en revistas extranjeras de caza y pesca y autor de libros y de numerosos artículos sobre el tema en periódicos y revistas divulgativas y técnicas. Ha impartido además muchas conferencias y ha colaborado en distintos proyectos relacionados con la caza, la pesca y la conservación de la naturaleza. A todas estas ocupaciones ha sumado más recientemente su faceta como director, presentador y moderador de programas especializados en el canal de televisión Caza y Pesca. El miércoles hizo un hueco en sus quehaceres para venir a Lugo a la presentación de las jornadas de la caza del restaurante España.

-¿Existen diferencias entre unas comunidades autónomas y otras en cuanto a la caza y qué particularidades tiene Galicia en este ámbito?

-Sí que hay diferencias, y bastantes. Históricamente hubo una serie de comunidades autónomas -las del centro sur de la Península-que se asociaban con la caza. Es el caso de Castilla La Mancha, Extremadura y Andalucía. En ellas abundaban las perdices, los conejos y las liebres; mientras que ciervos y corzos tenían menor presencia. En estas comunidades se sigue desarrollando la que podría denominarse caza de granja, con predominio de conejos y perdices. Por el contrario, Galicia se ha llenado de caza mayor; mientras que la caza menor se mantiene, pero menos. Otra diferencia considerable es que en las comunidades del sur la actividad cinegética se utilizaba más como negocio; mientras que aquí en Galicia la caza tenía y sigue teniendo un carácter más social. En la comunidad gallega no se tiene en cuenta el cazar como gran negocio, no se ve como algo lucrativo.

-¿Se han notado cambios en las condiciones en las que se desarrolla la caza en la actualidad con respecto a cómo se cazaba en años pasados, por ejemplo, en la época de su padre?

-La caza ha cambiado mucho. Hoy casi no hay perdices, ni liebres, ni conejos. La caza menor se va a pique, y en cambio jabalíes, ciervos y corzos van para arriba como un tiro. Todo esto ha provocado que los cazadores más veteranos y tradicionales hayan tenido que cambiar la escopeta por el rifle y los perros para caza menor por canes para cazar jabalíes y corzos. Una consecuencia negativa de este hecho es el incremento de accidentes mortales entre los cazadores, hasta el punto que el pasado año murieron 18 personas en España en jornadas de caza. Muchas de esas muertes se producen en batidas de jabalíes, en las que a veces el cazador dispara en cuanto ve moverse una rama sin percatarse de que puede estar disparando a una persona y no a un animal. Otro cambio que he notado es que antes se valoraba más llevar las piezas de caza para casa para comer. Mi padre lo hacía, entre otras cosas porque tenía que mantener a siete hijos. Yo sigo su ejemplo y particularmente todo lo que cazo en el monte, me lo llevo a casa, lo limpio, lo cocino y lo comemos en familia, aunque reconozco que esto no es algo que pongan en práctica muchos cazadores.

-Desde su faceta de cazador, pero también de biólogo, ¿cree que es compatible la caza con la preservación del medio ambiente?

-Desde luego que es compatible, si no lo creyera así, no estaría donde estoy profesionalmente. Mi padre nos enseñó, a mí y a mis hermanos, a amar el campo. No todos hemos desarrollado la afición a la caza, pero los siete somos unos grandes amantes de la naturaleza. He de reconocer, no obstante, que la caza no siempre es beneficiosa para el medio, sobre todo si no se practica bien. Si se hace una caza artificial puede cargarse los cotos. Hoy en día se impone practicar una caza respetuosa, que tenga en cuenta la conservación de la naturaleza y la protección de la biodiversidad. Es cierto que hay pocos cazadores jóvenes, pero entre esas nuevas generaciones es mayoritaria la tendencia conservacionista a favor de la protección del medio ambiente.

-¿Cuál es su pieza favorita, como cazador y también a la hora de sentarse a la mesa?

-Entre los aficionados a la caza, una cosa no siempre coincide con la otra. Yo como cazador tengo predilección por la perdiz y por el corzo; sin embargo, a la hora de comer, mis especies favoritas son la codorniz, la liebre y la tórtola.