«Vilalba está no tránsito de vila a cidade, con vantaxes e inconvenientes»

LUGO

Este historiador destaca los cambios recientes de la villa, pero subraya que debe evitarse la marcha de jóvenes

29 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Recorrer en bicicleta el trayecto de Noche a Vilalba puede ser interesante para un amante de los vehículos de dos ruedas y una ocasión para ver el paisaje que aparece al sur de la capital chairega, si bien el tráfico de la LU-541 obliga a pensar con detalle en los riesgos de ese viaje. Sin embargo, era lo que hacía un chico de esa parroquia, alumno de la Academia Santa María de Vilalba.

El tráfico no molestaba, como tampoco impedía que se jugase al fútbol en el casco urbano. La imagen de unos chavales corriendo detrás de un balón en la rúa de Galicia resulta hoy impensable, pero era habitual hace décadas, en las que el paso de un coche representaba más bien una excepción.

El niño que se hizo adulto y que recuerda aquellos tiempos es José Luis Novo Cazón, cuya relación con el pasado de Vilalba se basa en la pasión y en la razón: Vilalba es su tierra natal, pero también el territorio al que ha dedicado diversos trabajos de investigación.

Tras doctorarse en Historia Medieval en la Universidad de Oviedo, en donde cursó la carrera, temas relacionados con la iglesia de Vilar de Donas (Palas de Rei) y con el monasterio de Loio -el trabajo sobre esa institución le supuso el Premio de Investigación Histórica en 1983-, dieron paso a otros, más relacionados con la Edad Moderna y la Contemporánea.

El pasado de Vilalba, como el de otros lugares, aparece cada vez más envuelto en luz a medida que los siglos están cerca de nuestros días. Novo Cazón subraya que hay un tiempo «escuro» que abarca más o menos hasta el siglo XIII. Entonces, dice, aparece el nombre de Vilalba para designar el territorio conocido como Santa María de Montenegro, y luego, en siglos siguientes, diferentes casas nobiliarias -Andrade, Lemos, Berwick y Alba-dominan el condado.

La pérdida de presencia de la nobleza deja paso al período de expansión urbana en el que Vilalba rompe las costuras medievales y se asoma a las incipientes carreteras. La expansión parece seguir en la era de las autovías, con transformaciones no solo urbanísticas.

«Perdeuse a personalidade de vila, onde todo o mundo coñecía a todo o mundo, e adquiríronse as características de cidade, coas súas vantaxes e inconvenientes», dice Novo Cazón. «Está -afirma- nunha situación transitoria, de vila a cidade».

Pérdida de capital humano

En ese paso, advierte el historiador, se presenta un «serio problema»: dice que la actividad económica no retiene a la gente joven con buena preparación, que acaba marchando a otros lugares, y que la cuestión adquiere relevancia sociológica, pues se pierde capital humano.

Al final el conocedor de la historia se expresa en términos que remiten a situaciones que coincidieron con crecimientos de Vilalba: así, subraya la importancia de aprovechar el paso de dos autovías y de lograr que ese futuro nudo de comunicaciones se traduzca en oportunidades para los jóvenes.