El botelo y la androlla, dos alimentos elaborados con carne de cerdo que tienen notable tradición en las zonas del este y del sur de la provincia, protagonizarán los próximos ingresos en la lista de indicaciones geográficas protegidas. Los primeros pasos ya están dados, y el siguiente, según los cálculos que maneja Medio Rural, será la aprobación de una aprobación transitoria. La solicitud de registro ya está pedida desde el pasado verano.
El ámbito de protección del botelo abarcará 47 municipios lucenses, mientras que la de la androlla, más reducida, incluirá 12. La Xunta destaca las peculiaridades de estos dos productos: solo en la cercana comarca del Bierzo se encuentran elaboraciones de carne de cerdo semejantes a esas. Por otro lado, su popularidad no solo se mantiene en la alimentación de los vecinos de esas zonas, sino que en los últimos años han conseguido protagonizar concurridas fiestas gastronómicas. La del botelo se celebra en A Fonsagrada, y la de la androlla, en Navia: ambas tienen lugar en invierno, y atraen a numerosos visitantes a los lugares donde se celebran.
Avances y esperas
Mientras, otros productos elaborado o cultivados en la provincia han logrado últimamente reconocimientos definitivos o están a punto de conseguir avales de calidad. Al primer grupo pertenece el queso de San Simón da Costa, que tiene una Denominación de Orixe y que hace varias semanas fue inscrito en el registro oficial de la Unión Europea. Al segundo pertenece el grelo, que tendrá una Indicación Xeográfica Protexida de ámbito gallego para la que cultivadores de municipios como Abadín han realizado una preinscripción.