La previsible falta de financiación y de reemplazo generacional en varias facultades de Lugo son algunas de las cuestiones que Ramil quiere resolver en su nuevo cargo
10 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Nombrar a Pablo Ramil es hablar del Ibader (Instituto da Biodiversidade Agraria e Desenvolvemento Rural), organismo en el que no solo ejerció como investigador durante muchos años, sino que lo dirigió desde el 2003. Ahora, como él dice, ha dejado de pelear «solo por mi grupo de investigación» para hacerlo por todos los del Campus, al frente del Vicerrectorado Adjunto de Investigación.
-¿Qué es lo que más le preocupa?
-En esta época, los recursos. Aún no se han resuelto todas las convocatorias de este año, pero va a haber recortes. Es decir, hoy, en el Campus tenemos más capacidades que posibilidades hay en la oferta de investigación.
-¿Obligará a reducir proyectos?
-Los recortes en las convocatorias ya están reduciendo. Vista la situación, hay una reestructuración de grupos, que surge de los investigadores: los proyectos se piden cada vez con grupos mayores, ya no son dos o tres personas e, incluso, cada vez hay más proyectos entre universidades. Es la única forma de competir.
-¿Los problemas económicos están animando a los investigadores del Campus a buscar colaboración en otros países?
-Esa búsqueda de optimización lleva a que se estén proponiendo cosas en Ecuador, Argentina, México... Grupos del Campus tienen colaboraciones en el norte de África, Japón o, incluso, Australia. Y hay proyectos que están diseñados para Galicia, pero que se están intentando poner en marcha, y algunos incluso ya se están ejecutando, en América Latina o en otros territorios. Los grupos se han internacionalizado y te encuentras con buenas colaboraciones en cualquier parte del planeta.
-¿Como por ejemplo?
-Los de gestión de territorio. Hay un proyecto que llevaba Rafael Crecente, que ha tenido un éxito internacional muy importante, e incluso la FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU) ha recogido parte de los resultados y lo están intentando poner en marcha en otros países. Son proyectos de gestión y optimización del territorio y sus recursos. En este tema, Europa es modelo en muchos aspectos para países latinoamericanos, africanos o asiáticos.
-Y las empresas, ¿son receptivas a la hora de invertir en investigación?
-La empresa que ya tiene una línea de I+D creada y establecida, sí. De hecho, algunas están aumentando la partida. El problema son las que no la tenían y que, tímidamente y con ayuda de la Administración, empezaban. Esas ayudas se han resentido y hay empresas que se van a encontrar con un freno.
-¿La crisis agudizará la pérdida de jóvenes investigadores en Lugo?
-Hay áreas de investigación en el Campus donde casi no se han leído tesis en los últimos años y eso no significa que los investigadores no trabajen, sino que no hay un reemplazo generacional. Si no tienes capacidad de ofertar a los jóvenes con expedientes brillantes la posibilidad de investigar, esos expedientes irán a la empresa y la Universidad también pierde de calidad
-¿En qué centros del Campus se está notando esa falta de reemplazo?
-En casi todos. Hoy tenemos el número de tesis como un indicador de calidad y las lecturas, en muchos centros, han disminuido porque los alumnos no ven la posibilidad de estar dos o tres años haciendo una tesis. En Veterinaria hay menos tesis dirigidas que en la Politécnica, donde hubo un aumento muy fuerte, aunque influyen factores como que en el momento de formación de los grupos es más sencillo incorporar gente. Otros, como Humanidades, han bajado. También es un poco la tendencia de los repartos de las convocatorias, que potencian unas áreas y no otras.
-¿Por qué es tan difícil dar a conocer la investigación?
-Yo creo que a veces somos demasiado.... cerrados. Es la palabra. Tenemos nuestros canales de comunicación y de intercambio de información y, a veces, no salimos de ahí. Hacemos análisis o estrategias para la Administración autonómica o europea, y cuando se publican, no se sabe que está hecho por el Campus. Lo mismo ocurre con marcas como la Ternera Galega, la Galiña de Mós o el Porco Celta, que nacieron en centros de investigación. Hay que incrementar la difusión de la investigación o, por lo menos, los resultados, porque estamos obligados a dar a conocer en qué se traduce la inversión de la sociedad.
-¿Qué harán?
-Queremos hacer unas jornadas de divulgación con entidades que apoyan el Campus (desde Caixa Rural hasta la Cel) para finales de año o primeros del 2011.