Causan un incendio en el centro de salud de Os Peares tras entrar por una ventana que llevaba siete meses estropeada
LEMOS
Una camilla quemada, paredes ennegrecidas y mucho material clínico echado a perder. Son las consecuencias de un incendio provocado probablemente durante la noche de Reyes en el centro de salud de Os Peares. Todo apunta que los autores de la gamberrada entraron por una ventana que lleva siete meses estropeada y no cierra bien. Ya el pasado mes de junio, el personal del centro advirtió por carta al consorcio de municipios que gobierna Os Peares y a la Consellería de Sanidade del peligro que suponía tener así esa ventana. Pero no les hicieron caso. Hasta ayer, que el consorcio decidió por fin enviar un técnico para repararla.
En realidad, el asalto de la noche de Reyes es el segundo que sufre el centro de salud de Os??????Peares desde que se estropeó la ventana. El anterior ocurrió también de noche el pasado 28 de diciembre. Aquella broma del día de los inocentes se saldó con desperfectos menores en algunos aparatos. La de ayer fe peor, y pudo acabar en catástrofe.
El o los gamberros entraron por la ventana estropeada del almacén después de coger dos garrafas llenas de líquido disolvente depositadas en el solar trasero del centro. Después de provocar algunos destrozos en diferentes salas, fueron a la consulta de enfermería, colocaron material clínico sobre la camilla y antes de prender fueron, probablemente con alcohol, vertieron parte del disolvente por el suelo. El fuego se extinguió solo y dejó la camilla completamente inservible, pero no llegó a prender en el líquido inflamable derramado por los gamberros.
Nadie se dio cuenta de lo que había sucedido hasta el jueves a las ocho de la mañana, cuando el médico y el enfermero que atienden el centro llegaron a trabajar después de dos días de cierre por las fiestas navideñas. Enseguida avisaron de lo ocurrido, tanto a las autoridades sanitarias como al consorcio, que es la institución responsable del mantenimiento del centro de salud. Personal de limpieza enviado por el consorcio dedicó la jornada del jueves y la de ayer a retirar el material quemado y afectado por el humo, y a limpiar la sala de enfermería y las otras estancias que quedaron ennegrecidas. Pedro Vilela, el enfermero, esperaba ayer por la tarde que el lunes pudiesen abrir con todo el material necesario ya utilizable.