La declaración de impacto ambiental del proyecto de alta velocidad ferroviaria Ourense-Monforte-Lugo establece la transformación en vía verde de un tramo de unos 16 kilómetros de la línea actual, que discurre a lo largo de los cañones de los ríos Cabe y Sil y quedará fuera de servicio. En el caso concreto del Cañón del Sil, catalogado como Lugar de Interés Comunitario (LIC), la mayor parte del nuevo trazado discurrirá por un túnel de cerca de nueve kilómetros de longitud. Según la evaluación de los planes de Fomento realizada por el Ministerio de Medio Ambiente, la única afección significativa en este tramo consistirá en la construcción de un viaducto de 315 metros de longitud sobre el Río Cabe,
En el tramo que quedará fuera de uso se procederá al desmantelamiento de la vía y a la adecuación de los terrenos colindantes para su adaptación como vía verde, con vistas a su posible inclusión en el programa del mismo nombre que promueve el ministerio de Medio Ambiente y que cooordina la Fundación de los Ferrocarriles Españoles. A través de esta iniciativa, se han reciclado en toda España como itinerarios de cicloturismo y senderismo más de 1.700 kilómetros de infraestructuras ferroviarias en desuso, dentro de proyectos de ecoturismo «acordes a las nuevas demandas sociales» que se desarrollaron en colaboración con comunidades autónomas, diputaciones y ayuntamientos.
Viaductos sobre el Cabe
Medio Ambiente concluye que, dado que la mayor parte de la nueva vía discurrirá en esta zona por un túnel, las posibles afecciones sobre el LIC del Cañón del Sil, incluido en la Red Natura, se limitarán fundamentalmente a la construcción del viaducto sobre el Cabe, que forma parte de la variante de Peares incluida en la propuesta de trazado.
En total, entre la construcción de nuevas infraestructuras y la habilitación de «caminos temporales e instalaciones auxiliares», serán 33.079 hectáreas de terreno las que se vean afectadas por las obras de la alta velocidad ferroviaria en este espacio protegido del Sil.
La declaración de impacto ambiental de la nueva línea ferroviaria contempla una posible afección sobre el LIC del río Cabe, también amparado por la Red Natura, debido a la construcción de un viaducto de 105 metros de longitud sobre el arroyo de Penacova de Teilán. Con el objeto de minimizar las secuelas de las obras, el proyecto diseña los viaductos «de forma que las pilas, estribos y accesos se sitúen fuera de los cauces y sus riberas, a una distancia mínima de diez metros».
«El método constructivo de los viaductos, siempre que sea posible, se realizará en voladizo para evitar accesos y tránsitos de maquinaria», señala la declaración de impacto ambiental de la alta velocidad, que establece además la obligatoriedad de proceder «a la restauración vegetal e integración paisajística de las zonas de ocupación temporal -caminos de accesos y otras instalaciones eventuales- utilizando especies autóctonas presentes en la zona».
Consultada para la declaración de impacto, la Dirección Xeral de Conservación da Natureza de la Consellería de Medio Ambiente condideró que el proyecto es compatible con los hábitats de interés comunitario del Cañón del Sil y el río Cabe y respeta la integridad de los espacios protegidos.