PSdeG y BNG, dispuestos a cortarle el paso al PP en cuatro ciudades
ELECCIONES GALLEGAS 2009
Eluden el pacto global y negociarán «caso a caso» en Vigo, Lugo, Ourense y Pontevedra
24 may 2011 . Actualizado a las 13:21 h.Galicia amaneció ayer un poco más teñida de azul por el apreciable avance que experimenta el PP sobre todo en la provincia coruñesa, donde lograron arrebatarle a la izquierda la Diputación y las ciudades de Ferrol, A Coruña y Compostela. La circunscripción del noroeste galaico se erige así en el principal baluarte electoral de los populares, en torno al cual el PSdeG y el BNG están dispuestos a construir una especie de cordón sanitario para cortarle a los de Feijoo el paso a las alcaldías de Lugo, Ourense, Vigo y Pontevedra, donde también fueron la lista más votada.
La sintonía de los pactos de gobierno, evitada durante la campaña del 22-M, se instaló ayer en la dirección del PSOE y en la del Bloque como la única fórmula posible que les permitiría retener en sus manos el poder institucional en cuatro de las siete ciudades gallegas, en la Diputación de Lugo y, de ampliarse, en casi medio centenar más de concellos donde el PP no alcanzó la mayoría absoluta.
Tanto la ejecutiva del PSdeG, por la mañana, como la del BNG, por la tarde, se reunieron ayer para hacer una primera lectura de los resultados electorales y empezar a abordar la posibilidad de los pactos, que esta vez no se canalizarán mediante un acuerdo marco, como venía ocurriendo desde el año 1995, sino que se optará por negociar «caso por caso».
Así lo explicó ayer el secretario general de los socialistas gallegos, Pachi Vázquez, quien descartó la formalización de un acuerdo global para formar gobiernos de progreso allá donde sea posible, similar al que ratificaran en junio del 2007 el ex presidente Emilio Pérez Touriño, y el ex vicepresidente, el nacionalista Anxo Quintana, en el convento de San Francisco.
Frente a aquel pacto global, que provocó pugnas abiertas entre las partes en municipios como Muros, Porto do Son, Corcubión o Pontecesures, Pachi Vázquez optó por «deixar pasar uns días» para abordar este asunto y, en todo caso, respetar la «impronta» y las circunstancias especiales que concurran en cada municipio.
Pero aunque no haya una instrucción generalizada en favor de los pactos, el propio Vázquez consideró «de sentido común» revalidar el bipartito que funcionó en los últimos cuatro años en la Diputación de Lugo, pues entiende que el de las coaliciones es un modelo que funciona bien en casi toda Galicia.
En la escena urbana, el PSOE no pondrá reparo alguno para asegurar un nuevo mandato de Fernández Lores en Pontevedra, como el BNG tampoco se lo pondrá a Francisco Rodríguez en Ourense. Algo más complicada se presenta la negociación en Vigo y en Lugo. En el primer caso, Santiago Domínguez (BNG) mostró su vocación de permanecer en el Concello, dejando la puerta abierta a un pacto, mientras que en Lugo, Antón Bao (BNG) supeditó el apoyo a la investidura de Orozco a la decisión que adopte la dirección del Bloque, que en todo caso ayer advirtió de que su posición acerca de los pactos será «autónoma» y no estará supeditada a lo que hagan los socialistas.
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