El Bloque resiste en sus alcaldías y los socialistas se desploman en la provincia coruñesa
ELECCIONES GALLEGAS 2009
El Bloque Nacionalista Galego (BNG) inició ayer un camino que puede conducirlo a ser una fuerza marginal en las ciudades gallegas, pues pierde concejales en Ourense (tres menos), Vigo (dos), Lugo (dos), Santiago (uno) y A Coruña (dos). En cambio, esta merma de diez concejales en el ámbito urbano lo compensa en parte con el fuerte empuje en Pontevedra, ciudad donde Fernández Lores es alcalde desde 1999 y logra suma cuatro concejales.
Y es que los nacionalistas aguantan mejor su nivel de voto en las localidades donde ostentan la alcaldía, como ocurre en Teo, Tomiño y Bueu, donde gobernarán con una mayoría mucho más holgada que en el anterior mandato. También conservan el bastón de mando en Moaña, Monforte y Carballo, si bien en la capital del Lemos ceden posiciones, y se ven abocados a gobernar con el respaldo de los socialistas. En Boiro, en cambio, el alcalde nacionalista Xosé Deira firma de algún modo la excepción, pues será desbancado de la alcaldía por la mayoría absoluta del PP.
Batacazo en A Coruña
Los socialistas, por su parte, firman sus peores resultados en la provincia de A Coruña, donde ceden todos los baluartes de su poder institucional. Si a nivel de Galicia los socialistas pierden tres puntos, en la circunscripción coruñesa ceden más de cinco, al obtener el mínimo histórico del 24,2% de los votos. El efecto inmediato es que Fernández Moreda no repetirá como presidente de la Diputación, recuperada de forma holgada por el PP, al igual que las tres ciudades de la provincia.
Pierden también los socialistas alcaldías históricas en esta provincia, como la de Rianxo, donde pasan a ser la tercera fuerza política. Incluso en Ames no logrará repetir como alcalde Carlos Fernández, quien además era presidente de la Fegamp. Otras alcaldías que ceden son las de Arteixo o Monfero, mientras que las de Fene y Noia están en el aire.