La acusan de simular que le desfiguraron el rostro

José Francisco Alonso Quelle
josé alonso RIBADEO / LA VOZ

GALICIA

Las cámaras de seguridad desmienten a una mujer que denunció una truculenta agresión en las calles de Ribadeo

29 sep 2015 . Actualizado a las 17:01 h.

La denuncia de una mujer asturiana, M.?F.?M., de 34 años y vecina de Tapia, que relató con todo lujo de detalles cómo hace quince días había sido capturada, robada y agredida a plena luz del día en el casco urbano de Ribadeo, podría ser falsa. Esa fue la hipótesis que desde un primer momento airearon estamentos oficiales ante la conmoción que se suscitó en Ribadeo, y parece llevar camino de confirmarse. De hecho, M.?F.?M. ha sido imputada como supuesta autora de un delito de simulación. Los antecedentes jugaban en contra de esta mujer, pues al parecer ya había presentado otras denuncias falsas. Además, desde hace años está a tratamiento por un cuadro de depresión y ansiedad. Sin embargo, la vehemencia con la que fue arropada por su familia y el hecho de que no buscase repercusión mediática dio verosimilitud a su denuncia. No obstante, lo insólito del caso y las contradicciones en las que incurrió en sus manifestaciones suscitaron suspicacias desde el primer momento. M.?F.?M. aseguró que había sido capturada por dos jóvenes a las diez de la mañana en el centro de Ribadeo, en una de las calles peatonales, y llevada hasta una casa en ruinas de la zona vieja, donde le habrían robado el monedero y también agredido. La mujer presentaba heridas en la cara y en las muñecas. La Guardia Civil inició una investigación para esclarecer el supuesto delito y al visionar las imágenes de varias cámaras de seguridad de establecimientos situados en calles por las que M.?F.?M. habría pasado con sus dos captores, se vio que iba caminando sola, sin precederla ni seguirla ningún individuo con las características de los supuestos autores del robo. Ayer, su marido afirmaba que ella insiste en que fue víctima de un robo y que en las grabaciones no se aclara lo que pasó en la casa en ruinas. Se encuentra en su domicilio, muy afectada: «No para de llorar».