«Eres muy guapa y te vamos a desfigurar la cara», me dijeron 

José Francisco Alonso Quelle
josé alonso RIBADEO / LA VOZ

GALICIA

Una mujer fue capturada en el centro de Ribadeo, desvalijada y agredida

29 sep 2015 . Actualizado a las 16:58 h.

Ribadeo vivió un episodio insólito, que siembra enormes dudas e incógnitas sobre la seguridad pública. Una joven fue capturada por dos hombres a punta de navaja, llevada a una casa en ruinas y, allí, agredida y robada. Ocurrió a las diez de la mañana, en pleno corazón de la localidad, en una de las calles peatonales y, por lo tanto, más concurridas. Según cuenta, los ladrones actuaron a cara descubierta y en su recorrido hasta la casa donde culminaron el hurto pasaron por varias calles de la villa, con la navaja amenazante en su costado. M.?F., una mujer de 34 años de Tapia (municipio asturiano situado a unos doce kilómetros de Ribadeo) acababa de llegar a la localidad con una de sus hermanas, que iba a trabajar. Iba caminando cuando aparecieron dos hombres que con una navaja la conminaron a acompañarlos. En un momento, a lo lejos dice que vio a otra de sus hermanas, pero muda por la impresión no pudo articular palabra. Los ladrones la llevaron por varias calles de la zona vieja hasta llegar a una casa abandonada, que ardió hace meses, en el barrio de Cabanela. «Me intentaron quitar el bolso, pero me resistí. Entonces, a la fuerza abrieron la cremallera y me sacaron el monedero», relataba ayer la víctima, ya en su casa de Tapia. Quizás fue esa resistencia la que provocó el siguiente movimiento de los ladrones: «??Eres muy guapa y te vamos a desfigurar la cara??, me dijeron. Mientras uno me pinchaba con la navaja el otro tenía como un rastrillo pequeñito y me llenó la cara de cortes». Ella se resistió: «Yo también les di patadas, y uno iba sangrando por una muñeca». La cosa no quedó ahí. Cuando se iban, M.?F. cogió su teléfono móvil y les sacó una foto. Los ladrones lo advirtieron y volvieron hacia ella; le cogieron el móvil, la tiraron en el suelo y le propinaron patadas. A continuación se fueron en dirección al muelle, por un acceso peatonal. Nada más se sabe de ellos. «Yo fui calle arriba -hacia la guardería- y me encontré con un señor muy amable que me atendió. Me subió en su coche y me llevó hacía arriba [en dirección al puesto de la policía municipal]», añadió M.?F. En ese momento pasó por allí la Guardia Civil, a la que dieron el alto. Los agentes la acompañaron hasta el centro de salud de Ribadeo, donde fue atendida. El botín fue de 60 euros. En M.?F., un collarín, la cara hinchada, dos aparatosos apósitos en las mejillas y vendas en las muñecas dan prueba de las secuelas físicas.