La vida de José García Fraga, el vecino de Carballo que recibió una brutal paliza el domingo pasado, se acabó pasadas las once de la noche del viernes en el hospital de A Coruña, donde estaba ingresado.
Los médicos, de acuerdo con la familia, le habían desconectado las máquinas que lo mantenían en estado vegetativo el jueves, una vez que su único hijo pudo regresar desde Suiza, y el fallecimiento se produjo solo unas horas más tarde.
Las lesiones que tenía en la cabeza y que en un primer momento le permitieron regresar a su casa después de recibir asistencia sanitaria, eran demasiado graves y lo dejaron en coma poco después de entrar en el hospital. Ahora, la autopsia, que le estaba siendo practicada ayer por la tarde, deberá determinar el origen de esas heridas y si fue esa la causa de su fallecimiento.
Los vecinos y familiares lo tienen claro y no entienden cómo el hombre que supuestamente golpeó y pateó a José García puede seguir libre.
Fuentes policiales aseguran que esa situación cambiará en los próximos días si el informe forense certifica que la paliza desencadenó la muerte, aunque estas explicaciones no son suficientes para los allegados del difunto, que tienen que ver como el presunto agresor continúa merodeando por el barrio, pese a los numerosos problemas de convivencia que genera a diario.
El cuerpo de García Fraga recibirá sepultura a las 16.00 horas en el panteón familiar de San Vicente de Niveiro (Val do Dubra).