La víctima fue ingresada en el Clínico de Santiago en estado muy grave
25 oct 2011 . Actualizado a las 13:21 h.La Guardia Civil investiga las extrañas circunstancias por las que ayer estuvo a punto de perder la vida un vecino de Cambados. Le pegaron tres tiros a la puerta de su casa y, sobre las diez de la mañana, ingresó moribundo en el Hospital do Salnés con el hígado destrozado por una bala.
Adolfo Chantada, de 43 años, dejó por la mañana a su novia en su casa de Oubiña y se fue al mar. Siempre quedaba con un amigo, pero este, al ver que se retrasaba, se acercó a la vivienda y se encontró a la víctima gravemente herida en un galpón que hay al lado de la casa. Chantada Argibay -según declaró posteriormente el amigo a la Policía Nacional- le pidió que lo llevara al hospital, pero cuando quisieron encender el coche de la víctima, no tenía las llaves puestas, por lo que optaron por llamar a un tercero, que se acercó con su propio vehículo y trasladó al herido al Hospital do Salnés. Quienes presenciaron lo ocurrido en urgencias no daban crédito a lo que veían, porque al parecer el conductor se apeó, bajó a la víctima, lo sentó en una silla de ruedas y se fue. Aunque más tarde debió de arrepentirse y volvió con su novia para ver cómo estaba Adolfo. Pero entonces ya el centro estaba lleno de policías que lo esperaban para interrogarlo.
La Guardia Civil trata de esclarecer las circunstancias de este extraño suceso. Las fuerzas del orden barajan, entre otras, la hipótesis de que pueda tratarse de un ajuste de cuentas, más que nada porque la víctima, supuestamente, tuvo en el pasado alguna relación con el narcotráfico. Pero tampoco se descartan otras posibilidades.
Tras cuatro horas para estabilizarlo en el Hospital do Salnés, Chantada fue derivado muy grave al Clínico de Santiago.