Un acuerdo condicionado por las urnas

La Voz

GALICIA

04 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El epitafio del pacto del Obradoiro llevaba tiempo escrito. Solo faltaba ponerle fecha a su difusión. El escrupuloso respeto del acuerdo entre Blanco y Feijoo sobre el AVE gallego comenzó a agrietarse hace un año, cuando la Xunta propaló sus temores de un incumplimiento del acuerdo ante el tijeretazo de la inversión del Gobierno en infraestructuras. La alianza era desigual. Blanco se comprometía a licitar antes del 2011 las obras pendientes por 4.678 millones. A cambio, Feijoo correspondería con lealtad para salvar el tren de la pugna partidaria.

Ese desequilibrio ha aflorado en los sucesivos desencuentros. Cada vez que la Xunta, consciente de las dificultades de Blanco para cumplir en tiempo de crisis con las mayores licitaciones en obra pública, pedía explicaciones por los retrasos sobre la hoja de ruta pactada, el ministro, necesitado de tiempo, acusaba al Gobierno gallego de intentar obstaculizar los proyectos. Blanco obtuvo el aval de Feijoo para superar el plazo previsto para las licitaciones. Pero la autorización por el Consejo de Ministros, el 8 de abril, de la fórmula mixta para materializar ese compromiso fue recibida por la Xunta con el anuncio del estudio que ayer presentó y con el que dinamita en la antesala de las municipales el calendario político de finales del 2015 que negoció con Blanco tras las autonómicas.