Siete asociaciones caballares de la provincia responden así a la obligación de identificar los equinos salvajes con chip
25 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La celebración, entre mayo y agosto, de ocho curros en montes de la provincia de Pontevedra está en el aire. Si no hay marcha atrás, esas citas no se desarrollarán tras la negativa de los ganaderos a implantar el microchip a los caballos salvajes para su identificación, como exige la Consellería do Medio Rural.
Las asociaciones caballares de A Groba, Serra do Suído, O Castrove, Monte Acibal, A Valga, Monte Galiñeiro y Morgadáns lo acordaron el pasado viernes en una reunión que tuvo lugar en la Casa da Cultura de Amil, de Moraña. Estos colectivos cuentan con el apoyo de tres agrupaciones ecologistas (Adega, Asociación Lobo y Sociedade Galega de Historia Natural).
De ese encuentro salió una estrategia conjunta que, además de la suspensión de los curros, conlleva otras medidas como solicitar una entrevista urgente con el conselleiro Samuel Juárez e impulsar la creación de una federación de asociaciones de caballos salvajes en Galicia.
Estas entidades consideran que no pueden asumir las repercusiones que tendría la implantación del sistema de identificación con microchip -unos 40 euros por animal-. «Algúns teriamos que gastar máis de 3.000 euros e moitos 1.000 euros ou máis para un gando de moi baixa rendibilidade», afirmaron, al tiempo que se preguntaron por qué la identificación de vacas, ovejas o cabras es gratuita.
Los ganaderos acordaron realizar «manifestacións-cabalgatas» y buscar apoyos en otros sectores como la hostelería. También piden la aplicación de la excepción de identificación prevista por la UE y el Estado para caballos salvajes, y reclaman a la Xunta ayudas para cerrar pasos y bajadas de los caballos a carreteras y cultivos, y cooperación en pólizas de seguros que cubran estos accidentes.