«Cualquier tabaco es malo, es una droga con mayúsculas»

c. l. redacción / la voz

GALICIA

El jefe del servicio de neumología advierte de que los cartones ilegales carecen de controles en sus ingredientes

11 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Hasta 4.000 componentes diferentes. Esos son los ingredientes de un cigarrillo, un producto al que las autoridades europeas han obligado a no sobrepasar unos límites de nicotina y alquitrán. El problema es que el tabaco falso no pasa ningún tipo de control, un grave problema que, tal y como explica el jefe de servicio de neumología del Complejo Hospitalario Universitario A Coruña (Chuac), Héctor Verea, incrementa todavía más los riesgos de un producto que es ya extremadamente dañino para la salud.

-¿La falta de controles sobre su contenido implica que tengamos que preocuparnos todavía más por la introducción de tabaco falso en el mercado?

-Efectivamente. Los problemas del tabaco son dos. Por un lado, el producto que produce la dependencia que es la nicotina y, por otro, los alquitranes. Las marcas que se venden oficialmente están legalmente sujetas a regular la cantidad de nicotina y también la de alquitrán. Esos cigarrillos ya son malos, y los falsos carecen de cualquier control. Pero ya no solo ocurre con el tabaco, también ocurre con artículos de uso diario para los que faltan las salvaguardas que establece la UE.

-¿A mayor porcentaje de nicotina y alquitrán, mayor peligro?

-Hay que explicar que los tabacos bajos en nicotina y alquitrán en absoluto son más inocuos. La razón es que al fumar, el cuerpo quiere nicotina. Cuando tiene poca lo que hace es que, instintivamente, cambia la forma de respirar y el individuo inhala más profundamente. El resultado es que también puede incrementar el consumo.

-Entre los ingredientes de estos cigarros ha llegado a encontrarse hasta abono...

-Un cigarro tiene más de 4.000 sustancias, y por lo menos unas cien tienen efectos cancerígenos. Cuarenta seguro. Dentro de ellas están, por ejemplo, los bencenos, que son el suelo negro que pisamos todos los días.

-¿El chapapote?

-El chapapote, justo. Luego también hay metales pesados como el cadmio. Hay muchos ciudadanos que de una manera alegre comienzan a fumar.

-Y nos preocupa más la radiactividad que pueda llegarnos de Fukushima que el tabaco.

-Hablando de radiactividad, el tabaco también puede incluir polonio, aunque en pequeñas trazas. El mundo del tabaco falso resulta complicado. Porque además, en nuestro entorno, el Winston de batea era muy famoso antes.

-¿Qué efectos tienen esos ingredientes del tabaco en la salud que no están controlados en el producto falso?

-Cualquier tipo de tabaco es malo porque es una droga con mayúsculas. Hay grandes tipos de componentes. La nicotina, que es un alcaloide con un efecto parecido a la cocaína o a la heroína. El efecto es de satisfacción, por lo que cada vez el consumidor precisa aumentar la ingesta de ese producto. También produce dependencia y síndrome de abstinencia. Menos de un 20% de los que tratan de decirle adiós pueden hacerlo solos. Luego tiene monóxido de carbono. Eso se pega mucho en la hemoglobina e impide que el cuerpo se oxigene. Los chapapotes producen alteraciones en la capa que esté en contacto con ellas. Luego el organismo trata de recuperarlas, pero a veces no puede y se producen modificaciones en el DNA y es el principio del cáncer. No todos los que lo han probado tienen la enfermedad, igual que no todas las personas son capaces de saltar dos metros. Cada cuerpo cambia.

héctor verea jefe del servicio de neumología del CHUAC