La joven de Noia se llevó a su hijo a Mahón para vengarse de los abuelos

J.??R. NOIA/LA VOZ.

GALICIA

Su abogado alega que la mujer sufrió un trastorno mental transitorio en el momento del crimen

01 dic 2010 . Actualizado a las 09:47 h.

Aunque todavía son muchas las incógnitas que rodean el asesinato del niño de Noia César Juanatey a manos de su madre en Mahón, lo cierto es que la mala relación que sostenía la mujer con sus padres es de dominio público en la villa. Tanto, que en el entorno familiar y social más estrecho no dudan en afirmar que Mónica Juanatey se llevó a su hijo a Baleares para hacer sufrir tanto a los abuelos como al padre del crío.

Lo creen diferentes miembros de esta conocida familia y, según aseguran, no piensan así solo ahora, sino que sus sospechas se remontan al momento en el que el niño fue trasladado a la isla en contra del deseo de sus abuelos: «Siempre lo pensamos, incluso desde que pidió que le mandasen al niño a Menorca. Ella quería fastidiar tanto a los abuelos como al padre de César», afirma una pariente.

Para el entorno de la parricida, la actitud de Mónica no tiene explicación, ya que, según relatan, fueron los abuelos los que criaron al niño desde que nació. Otro de los detalles aportados y que ayuda a conocer un poco más el carácter de esta joven de 30 años es la frialdad con la que reclamó a su hijo, algo que, según explican, «no nos encajaba con su forma de ser, aunque ahora, y después de ver cómo silenció la muerte durante dos años, nos cuadra más».

La relación que la parricida tenía con el padre del niño cuando abandonó Galicia para mudarse a Mahón se deterioró al poco tiempo. Una prueba de ello es la conversación que ayer se hizo pública y en la que la mujer aseguraba a una amiga, a través de una plataforma de comunicación digital, que «ahora se da cuenta de lo que es estar todo el día con el niño y no tener libertad para hacer lo que le da la gana», en referencia al padre. En la misma conversación, Mónica añadió: «Bastante estresada he estado yo y, si no le gusta, que le deje el crío a mi madre y ya lo recogeré cuando vaya».

Locura transitoria

En cuanto al caso, el abogado de oficio que lleva la defensa de la presunta parricida de Noia, Carlos Maceda, aseguraba ayer en Mahón que su clienta «no recuerda si aquella mañana tenía intención de matarlo, pero deduce que lo hizo ya que la primera imagen que tiene es con él en los brazos».

Las crudas declaraciones las efectuó la detenida al pasar a disposición judicial la mañana del lunes, donde también aseguró, según el mismo el letrado, que «estos dos años ha vivido arrepentida cada día». «Pero de la jornada concreta en la que sucedió todo no recuerda nada», añadió. Hasta el momento, y según aclara Maceda, Mónica Juanatey «no ha visto a nadie y solo ha mantenido una conversación con el novio, quien le ha transmitido que tiene su confianza y acompañamiento».

La defensa también hizo público que ya ha alegado que su clienta sufrió un trastorno mental transitorio en el momento del crimen, además de solicitar una declaración del padre biológico, otra de una amiga de ella -posiblemente de Noia y con la que mantenía contacto a través de Internet- y varias pruebas de exploración psicológica y psiquiátrica de la acusada. El abogado de Mónica Juanatey confirmó, además, que la ocultación del cuerpo del niño «no es secundario, aunque tampoco prioritario para la defensa del caso».