El ministro detalla por primera vez la cifra definitiva de la macrolicitación, que alcanzará los 5.800 millones
20 nov 2010 . Actualizado a las 02:55 h.Victoria Toro | Corresponsal El ministro de Fomento desayunó ayer en Nueva York, en lo que se podría llamar un desayuno con diamantes o, mejor, con millones. Y es que José Blanco se reunió en el Hotel Plaza neoyorquino con los gestores de algunos de los principales fondos de inversión estadounidenses especializados en infraestructuras. La misión del ministro de Fomento era convencer a los inversores para que establezcan alianzas con empresas españolas y acudan a las licitaciones del nuevo Plan Extraordinario de Infraestructuras, entre las que se encuentra el nuevo acceso de alta velocidad a Galicia.
«Ha ido todavía mejor de lo que esperábamos», fue la conclusión del ministro gallego tras la reunión. José Blanco explicó que los gestores de fondos de inversión no habían mostrado interés por ninguna obra en concreto ya que ese no era el fin del desayuno de trabajo, pero que sí habían afirmado, incluso antes de la reunión, su deseo de participar en la construcción o mantenimiento de infraestructuras españolas. «Y ya hay algunas licitaciones de obras que pueden ser de su interés», afirmó Blanco, y en concreto se refirió al tramo Olmedo-Ourense de alta velocidad «que se licitará antes de fin de año y que tendrá un coste de 5.800 millones de euros».
Esta ha sido la primera vez que Fomento acude directamente a los fondos de inversión. La intención del ministerio no es intervenir en las licitaciones, sino despertar el interés de los inversores para que acudan a los concursos en unión con las empresas españolas. Algunas de estas licitaciones requieren grandes desembolsos iniciales de capital, por lo que hay veces que una empresa no puede concursar en varias obras a la vez. Si consiguen socios capitalistas, como los fondos de inversión, se les amplia enormemente la posibilidad de acceso a diferentes concursos simultáneamente. En el caso del Plan Extraordinario de Infraestructuras, el monto total de las operaciones será de 17.000 millones de euros en un año y medio.
El que sea la Administración la que se dirija a los inversores para proponerles sectores públicos en los que poner su dinero no es habitual en España, pero sí es una forma muy frecuente de actuar en las Administraciones estadounidenses. Cuando son los Estados lo que licitan obra pública, suelen presentar también sus planes a los fondos de inversores que pudieran estar interesados en poner su dinero en esas obras.
?Participación del ICO
El ministro explicó también a los gestores de los fondos que estas infraestructuras contarán con la participación del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y del Banco Europeo de Inversiones (BEI), aunque este último solo puede llegar hasta el 50% de la financiación de cada uno de los proyectos. Pero, indudablemente, es una garantía para los potenciales inversores.
Ante la pregunta de si la situación económica española había provocado alguna cautela en estos posibles inversores, el ministro descartó totalmente esa posibilidad: «Nadie ha planteado cautela alguna, sobre todo porque España tiene una larga tradición de colaboración pública y privada que garantiza la tranquilidad a los inversores».
El ministro José Blanco explicó a los gestores estadounidenses que el ministerio «está ultimando un nuevo modelo de pliegos que busca proteger al máximo la financiabilidad de los proyectos en estos tiempos de escasez de liquidez», aunque no dio más detalles sobre esas innovaciones en la contratación de obra pública.