Piden dos años de cárcel para un futbolista que arrancó a otro un pedazo de nariz a mordiscos

E.?V. Pita VIGO/LA VOZ.

GALICIA

El acusado niega la agresión, pero sus rivales le vieron escupir el trozo de carne

17 nov 2010 . Actualizado a las 04:02 h.

Un imitador de Mike Tyson en un campo de fútbol aficionado en Vigo. Lo seccionado a dentelladas no fue una oreja sino un pedazo de apéndice nasal. La fiscala pide dos años de cárcel para un futbolista del Magosto de Reboreda por haberle arrancado a mordiscos un trozo de nariz a un jugador del equipo rival, el Aficionados Sampaio de Vigo.

La agresión se produjo en el campo local del Sampaio, cerca de A Madroa, en la mañana del 1 de noviembre del 2009, festividad de Todos los Santos. El acusado, Celso D.?F., negó ayer la agresión en el juicio que se celebró en el Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo, pero la víctima lo reconoció en el banquillo. Dos de sus rivales le identificaron como la persona que escupió el trozo de carne en el césped tras la trifulca.

La fiscala pide que Celso indemnice con 7.000 euros a su víctima por los perjuicios estéticos y los daños físicos. El agredido necesitó ocho días de hospitalización y sesiones de cirugía estética cada quince días para implantar injertos de carne cerca de la punta de su nariz. Le ha quedado una cicatriz como secuela. Además, estuvo cuatro meses de baja laboral como limpiador de urbanizaciones para seguir un tratamiento psicológico con medicación antidepresiva y ansiolítica, y sufrió episodios de ansiedad y malestar.

«Parecía un monstruo»

El agredido relató ayer en el juicio que «no dejaba a mis hijos ni a mi mujer que me viesen la cara, parecía un monstruo». «Dormía mal y tenía pesadillas», añadió.

El partido había transcurrido con normalidad hasta el minuto 60. La víctima jugaba de libre y perseguía a un rival para hacerse con un balón largo. Lo agarró por la camiseta y discutieron. «Otro jugador [Celso] vino por detrás y me agarró. Se me retorció por delante y lo vi encima de mi cara. Me separé de él y pensé que me había dado un cabezazo», relató. Luego vio el chorro de sangre en su camiseta. «A Celso solo lo vi cuando me mordió. No tuve ningún altercado previo», relató. En la unidad de cirugía plástica del hospital Meixoeiro «me injertaron carne como a los quemados. Estuvieron a punto de quitarme de las nalgas», relató al juez.

El supuesto agresor había entrado en el campo a jugar diez minutos antes. Celso insistió en que es inocente y que solo presenció una discusión entre varios jugadores. Ayer dijo no recordar nada más ni haber tenido malas palabras con el lesionado ni ver a nadie que sangrase por la nariz. «No es que se peleasen los 22 jugadores, pero sí estaban unos contra otros, hubo empujones. Nadie sabía que habían llevado en ambulancia a un jugador», alegó ante el juez.

Un compañero de la víctima relató que tras la falta «se armó una tangana y el árbitro estaba blanco». Llevaron al hospital al herido con la cara ensangrentada. El segundo entrenador del Sampaio aseguró que Celso «le mordió y escupió algo».

La forense explicó que administraron antibióticos al lesionado «porque las mordeduras se complican por la infección».